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Voces de la blogosfera


genis roca Esta semana Enrique Dans, Juan Freire, Antoni Gutierrez-Rubí y Genís Roca han publicado una carta abierta al futuro presidente en la que muestran su «inquietud por la desconexión existente entre nuestras élites y la actual sociedad red» y le dicen: «Queremos hablar contigo, Presidente. Queremos discutir sobre las reglas de juego que están definiendo el futuro. De una manera directa y franca«.

En su carta hablan de la revolución que significa la sociedad en red y de la velocidad de los cambios en los que estamos inmersos, de cómo la red está distribuyendo de manera universal los mecanismos de creación de conocimiento y de generación de riqueza y valor, de cómo se están reinventando los conceptos de identidad, comunidad, organización, frontera, propiedad o participación, y de cómo los territorios ya son redes, y los ciudadanos nodos que se socializan en la red.

gutierrez rubiY le alertan de que es preciso cambiar la manera de dirigir, la manera de influir, la manera de liderar. Y le aconsejan que escuche y que aprenda. Según su opinión, las instituciones públicas y las organizaciones privadas relevantes están casi completamente al margen de la sociedad red, y no tienen en su agenda los temas verdaderamente relevantes para diseñar nuestro futuro.

enrique dansDe todo eso quieren hablar con el futuro presidente. Como ellos dicen, de las reglas de juego que están definiendo el futuro. Y hacen bien. ¿Por qué no? No lo hacen en representación de nadie, sino como ciudadanos que habitan en la red, que están habituados a este medio y lo conocen. Ellos se dan cuenta de que las élites políticas y económicas viven al margen de la red, que la ignoran. Les parece preocupante y quieren trasladar su inquietud al futuro presidente. Claro que sí. Comparto su inquietud.

No entiendo las críticas tan agresivas que ha despertado esta iniciativa. Que si van de divos, que si son elitistas. Incluso hay quienes se han molestado por el tratamiento de tú al presidente. ¡Serán mojigatos!

juan freireAhora bien, aunque comparto su inquietud y me doy cuenta también de la potencia de las redes en la distribución del conocimiento, en las formas de influencia e, incluso, en las relaciones de poder, no sabría muy bien qué decirle al futuro presidente. Tengo más preguntas que respuestas. Y las que se me ocurren las voy escribiendo día a día en este blog. Casi le diría que nos lea. Y si tiene mucho interés y quiere recuperar el tiempo perdido, me ofrezco a hacerle un resumen.

Suerte, presidente, sea quien sea, que falta le va a hacer. Y que la red le ilumine. O, mejor, que la red te ilumine. De ciudadano a ciudadano, o sea, P2P.

  1. 09/03/2008 a las 17:50

    @M@k: Oposición agresiva? Todo lo contrario, M@k. Hace tiempo que te considero un auténtico caballero de la blogosfera. Es un placer debatir contigo, incluso estando completamente en desacuerdo, como en este caso ;-). Si hay que respetar miméticamente la aritmética electoral y no cabe influir en los políticos al margen de ella, ¿entonces qué lugar queda para la participación directa de la ciudadanía? Creo que hay que combinar la democracia representativa con la directa. En este caso, además, no creo que se trate de defender ningún privilegio de parte, sino de aportar un conocimiento experto en beneficio del interés general. Y tampoco se trata de ningún planteamiento excluyente, ya que se le sugiere al futuro presidente que escuche y aprenda, se supone que de ellos y de otras voces que pueden escucharse en la red. Es verdad, no todo el mundo tiene acceso a la red, pero son muchos menos los que pueden hacer oir su voz a través de los medios de comunicación tradicionales. Como dice Alorza, no veo razón para la polémica en el contenido de esta carta. Más discutibles me parecen las reacciones que se han suscitado.
    @Ismael: Seguramente, en Euskadi está más extendida la cultura del tuteo que otras partes del Estado. Yo lo uso más cuando quiero marcar distancias que como muestra de respeto. En todo caso me parece una cuestión secundaria. Por eso me llamó la atención que fuera uno de los aspectos más criticados en los comentarios al blog de Enrique Dans. No me gustan las liturgias ni las parafernalias, creo que tienen mucho de falsedad y de hipocresía. Y creo que puede haber tanto respeto o más en el tú que en el usted. Pero me sigue pareciendo un aspecto secundario. Por cierto, comparto totalmente lo que le dices a M@k ;-).
    @Rutilio y @Alorza: Creo que estamos de acuerdo en este tema ;-). Además, les sigo habitualmente a Genis y a Juan y les tengo en gran estima, sin querer hacer de menos a los otros dos que también me parecen figuras referentes de la blogosfera.

  2. 09/03/2008 a las 12:37

    Me parece perfecta la iniciativa de estos cuatro. Yo también siento «inquietud por la desconexión existente entre nuestras élites y la actual sociedad red». Y, precisamente porque se sienten sociedad red, Juan, Genís, Enrique y Antoni se dirigen al futuro Presidente en primera persona, como individuos, como representantes del microsector de ellos mismos. Es algo que posibilita la red.
    En cuanto al texto, además de encontrarlo brillante, no le veo sentido a hacer hermenéutica de un post: no es cosa de mirar con lupa el texto. La mejor manera de matizarlo es escribiendo cada uno su carta. Aunque, como dice Iñaki, algunos llevamos años escribiéndola día a día (como Elvis Costello «every day I write the book»).
    En resumen, no hay sustancia para la polémica.
    Formularé un deseo: que el próximo presidente sea Zapatero, y que cambie sus siglas de campaña por estas: PZP (la síntesis entre P2P y ZP)

  3. Rogelio
    09/03/2008 a las 12:27

    a M@k
    Los cambios, con mayúsculas, derivan de iniciativas individuales y/o colectivas que; pacificamente; tienen el valor de proponer, el acierto para conmover y la capacidad para remover parte (o todo) de lo prestablecido.
    Morgana lo decía el otro día: el Estado no quiere, no quiere.
    Ningún sistema de poder prevé los mecanismos que permitan cambios sustanciales sobre ellos mismos, al igual que las células tumorales no tienen activado su mecanismo de muerte/suicidio celular.
    Ya va siendo hora de que Soberanía deje de residir en un pueblo lejano, al que sólo acudimos en Semana Santa y verano y comience a ponerse en su sitio, para lo cual necesita que alguien la acompañe, pues anda un poco despistada.

  4. 09/03/2008 a las 10:49

    a M@k:
    «Sigo sin ver la legitimidad de ningún individuo para sugerir cosas al presidente electo en unas elecciones»
    Yo creo, precisamente, que se trata de todo lo contrario: el presidente electo debe estar fiscalizado constantemente por los que va a gobernar, y un requisito es que escuche a estos, no solamente que explique qué va a hacer.
    Sobre tus reflexiones sobre la élite, la blogosfera, etc. francamente, no las comparto. A mí, estas cuatro personas no me representan en absoluto, ni creo que esa fuese su intención: es un mensaje totalmente a título personal. Ni tampoco me influyen más o menos que otra gente con las que hablo o leo: una vez más, no creo que su intención fuese «influir» en sentido estricto – en sentido amplio, por supuesto que sí, pero no más que cualquier charla que cualquiera tengamos con un amigo o conocido en un bar.
    Resumiendo: no veo dónde es esta iniciativa ni representativa ni «de arriba abajo».
    A iñaki: pues no, no me siento mojigato por creer que es una descortesía hablar de tú al presidente. Es más: el día que me lo presenten personalmente, muy probablemente le hablaré de tú, pero aquí no hablamos de una persona, sino de una institución, y si no respeto, sí merece una cierta distancia formal.

  5. 09/03/2008 a las 00:14

    Sigo crítico, lo siento. Sigo sin ver la legitimidad de ningún individuo para sugerir cosas al presidente electo en unas elecciones, y lo mismo que me parece mal el actuar de los lobbies, digo lo mismo de esta iniciativa (aunque desde luego aplaudo que sea algo público, no como en el lobbysmo). Porque sí, puede que tengan razón y puede que hasta esté de acuerdo con lo que dicen, pero en la evolución de esa sociedad red nadie habla del tipo de relación entre el conocimiento y desenvolvimiento de una persona por estar en red y su capacidad de influencia en política, medida generalmente por el voto. La blogosfera entera se puede ver como una élite de cara al resto de la sociedad, me parece perfectamente lógico que se les llame elitistas a las personas de esa primera élite que cuentan con lo que más se valora ahí. Ahora bien: mientras la meritocracia es el sistema de valor en la blogosfera, hacerla también del mundo fuera sería caer en la elitocracia, en algo finalmente antidemocrático. Puede que esos señores tengan cien mil visitas diarias, miles de suscriptores y millones de enlaces clasificados en Google. Pero en democracia eso no le puede dar ni un milinewton más de peso a su voto (como a otros el dinero o la fama, o…). Y pretender influir en el presidente, sea quien sea, es pretender que a su voto se sume su voz, una voz por la que nadie, ni dentro ni fuera de la blogosfera ha votado.
    Su papel, nuestro papel como gente que escribe, se me hace similar al de los liberales españoles del XIX: tenían la verdad, el pueblo no les quiso escuchar y España se fue al carajo, según su versión; se creían más listos que nadie, se desentendieron del pueblo al que no podían cambiar, y España se fue al carajo, podría interpretar yo. Me parece que muchos se están creyendo muchas cosas, pero que quede claro: si hay dos millones de blogs en España, significa que hay 43 millones de personas sin blog, y la excusa ya no puede ser la falta de acceso a Internet; si los usuarios de redes sociales en España no llegan al medio millón, significa que el llamado fenómeno de las redes sociales no está tan extendido; si el sistema de mensajería más usado es el más denostado por la blogosfera más sobresaliente, significa que esa parte de la blogosfera se aleja de la realidad.
    Personalmente: si no me gusta que los políticos, personas a las que quieras que no, les conoces su perfil público, sumen mi voto a todas sus decisiones y posturas, ¿por qué habría de gustarme que otros a los que no conozco de nada -porque encima da la casualidad de que me parece que sólo leo a uno de los firmantes de esa carta- actúen de facto como representantes de algo a lo que pertenezco por mis actos? Siento por este tipo de iniciativas, por muy bienintencionadas que sean, el mismo reparo que por los códigos de conducta «sugeridos» para el acto de bloguear: son algo que preocede «de arriba abajo», y por tanto va justo en el sentido contrario al fluir natural de las cosas en este espacio.
    A fuer de larga y mal explicada -que lo es y lo está-, espero Iñaki que no consideres esta oposición como agresiva 😉

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