El derecho a morir dignamente
En un Estado laico, como el que proclama la Constitución española de 1978, no debería considerarse una innovación el hecho de que cada persona pueda decidir sobre algo tan íntimo como es su propia vida. Lo cierto es que el derecho a la «buena muerte» todavía no está reconocido en el Estado español. Y ya sería hora.
Por eso, aprovecho la iniciativa de Alorza para mejorar la sanidad pública proponiendo (reclamando) las siguientes ideas (derechos):
«Todo ciudadano tiene derecho al alivio del sufrimiento al final de su vida mediante una asistencia paliativa de calidad respetuosa con sus valores y sus creencias, expresados en ese momento o de forma anticipada en el testamento vital (instrucciones previas o voluntades anticipadas). El paciente tiene derecho a recibir información veraz sobre su proceso de enfermedad, a rechazar un tratamiento, a limitar el esfuerzo terapéutico y a elegir entre las opciones disponibles, como la sedación terminal».
En particular, propongo las siguientes medidas concretas:
- Extensión de los cuidados paliativos en el sistema sanitario para que lleguen al 100% de los enfermos que los requieran.
- Actitud proactiva de las autoridades sanitarias para informar a la ciudadanía sobre el testamento vital o voluntades anticipadas.
- Regulación de la eutanasia, reconociendo el derecho de los pacientes afectados por determinadas enfermedades terminales o invalidantes a obtener ayuda para poner fin a su vida.
Os invito a votar esta «idea» en la plataforma de las 1001 ideas y a suscribir el Manifiesto de Santander por una muerte digna.
Más información: Asociación DMD por el derecho a morir dignamente.
Todo mundo debería tener derecho a decidir sobre su propia muerte, y aunque en México en lo particular en el Distrito Federal se está tratando de aprobar una ley para la “buena muerte” (¿Por qué no decirle por su nombre? Eutanasia) aún falta mucho para que llegue a aprobarse y además se extienda por todo el país.
Saludos
Decidir sobre la muerte es decidir sobre la vida. Y ese es el gran derecho a decidir. Cuando nos toca de cerca (en personas allegadas) nos damos cuenta de las barbaridades que se pueden hacer por el afán de sacralizar lo que es genuinamente humano. Saber retirarse a tiempo es de sabios ;-). Y tomárselo con humor, seguro que ayuda (para vivir y para morir).
Memento Mori. Todos tenemos que morir y tenemos que vivir sin temor a ello. Por cierto, todo un lujo que en DMD esté como coordinador Salvador Pániker, uno de los grandes pensadores actuales de éste país.
Me gustaría no solo que me dejasen decidir, si no que incluso me ayudasen a superar el tema. ¿Por qué nadie nos prepara para morir?, La vida es tan rápida, que el morir parece un daño colateral. Me gustaría no solo morir dignamente, me gustaría hacerlo de forma sublime.
Sin lugar a dudas… Añadiría también el derecho a nacer dignamente, pero por la complejidad del tema no se si conviene entrar en el tema, pero todos sabemos que en cierta Comunidad los ciudadanos parece que para ejercer un derecho bien regulado tienen que hacer la del holandés errante.
Claro que votaré por esta idea. Por la libertad para vivir y para morir.