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Mis hábitos de escritura en el blog


Pluma y tinteroSigo el hilo iniciado por Alorza y me propongo identificar mis pautas de escritura en este blog.

Me doy cuenta de que no me resulta fácil porque no tengo unas pautas prefijadas. La forma en que abordo cada post depende mucho del tipo de post de que se trate.

Puesto a pensar, clasificaría mis posts en tres grupos: reseñas, artículos y manifiestos. Claro que no son grupos puros y los posts pueden a estar a caballo entre ellos. Lo explicaré más abajo.

En cuanto a la forma de escribir, en general procuro evitar el lenguaje administrativo al que estoy acostumbrado por mi trabajo. Soy consciente de que muchas veces me resulta difícil conseguirlo.

Mi gran objetivo es la claridad, o sea, que se entienda lo que quiero decir. Necesito comunicar, que mi mensaje llegue al lector. Escribo en este blog para cambiar el mundo empezando por la Administración pública, que es lo que tengo más cerca. Si no llega el mensaje, si no se entiende, todo esto no serviría para nada.

Sobre los tipos de posts

  • Las reseñas se hacen eco de eventos, publicaciones, experiencias, etc. relacionadas con los temas que tratamos en el blog y que, por tanto, pueden ser de interés para nuestra audiencia. Nos sirven también a nosotros mismos para registrarlas, de forma que podemos acudir al blog cuando queremos recordar «¿cómo era aquello de …?«.

La elaboración de las reseñas tiene poco misterio. Normalmente sólo hace falta dedicar algunos minutos a destacar lo que más nos interese de la cosa reseñada y poner algunos enlaces a las fuentes donde se puede ampliar la información. A veces, incluimos también algún comentario valorativo de la cosa, por aquello de la aportación personal.

  • Los artículos son posts más trabajados en los que desarrollamos nuestras ideas o comentamos, con más o menos aportación personal, libros, informes, artículos u otros documentos sobre los temas del blog. Estos posts responden a una de las funciones principales del blog: la de generar y compartir conocimiento para ese objetivo genérico de «poner a las Administraciones públicas en red» que luce en nuestra cabecera.

Para escribir estos posts, normalmente, me suelo documentar. No es cuestión de partir de cero. A estas alturas de la película podemos encontrar reflexiones interesantes sobre cualquier tema que se nos ocurra. La ciencia avanza mediante un proceso acumulativo. La transformación a mejor de la Administración pública también tiene una parte de ciencia. Pues eso.

Muchos de estos posts los escribo en varias sesiones. Es habitual que su longitud y mis ritmos de escritura no me permitan terminarlos de un tirón. La verdad es que viene bien repasar los borradores en días distintos porque se suelen ver algunas cosas de otra manera y, de esa forma, se pueden depurar bastante los posts. Por cierto, que estos repasos me suelen servir más para quitar que para añadir.

Si los artículos tienen cierta longitud, como suele ser el caso, procuro esquematizar. Para ello, me gusta utilizar las viñetas. En cada viñeta destaco con negrita las palabras clave para facilitar la lectura del post (incluso, la lectura diagonal).

  • Los manifiestos son posts que me salen de las tripas. En ellos proclamo, con mayor o menor apasionamiento, mis convicciones sobre las cuestiones que me son más sensibles para la transformación (a mejor) de la Administración pública. Por ejemplo, la participación, la colaboración, el aprendizaje compartido o el espíritu 2.0. Estos posts tienen vocación movilizadora, llaman al ciberactivismo funcionarial (espero que no se trate de un oxímoron) y, también, al del resto de colectivos implicados en lo público, como los dirigentes políticos y la ciudadanía.

Estos posts los suelo escribir de un tirón y su perfil concreto es producto de mi estado de ánimo del momento. No así su fondo, que responde a convicciones más estables. Quiero decir que en otro momento los podría escribir de otra manera, pero seguiría trasmitiendo la misma postura con respecto al fondo del asunto.

Hábitos de escritura de aplicación general

Hay algunos hábitos o pautas de escritura que son de aplicación general a todos o a la mayoría de los posts que escribo, con independencia del tipo de post de que se trate.

  • La mayoría de los posts los escribo a deshoras, quitando tiempo a otras actividades que también merecen la pena. Sobre todo, la lectura y el sueño. Supongo que eso debe de notarse en el resultado. No es lo mismo escribir a las 12 del mediodía o a las 12 de la noche.
  • También soy bastante maniático con la estética del post. No soporto que el texto quede pegado a las imágenes. Corto los primeros párrafos de forma que la parte vista del post (la que se ve sin desplegar el “Seguir leyendo”) combine bien con la imagen, que los párrafos queden bien alineados, que no queden trozos de texto descolocados y otros pequeños detalles. Tal vez me tendría que hacer mirar estas neuras.
  • Salvo que el post sea muy corto, siempre hago una entradilla en la que doy las pistas sobre el contenido del post y en la que procuro despertar en el lector la tentación de “Seguir leyendo”.
  • En muchos casos intento provocar la publicación de comentarios que completen, maticen o contradigan el contenido del post. Pero tengo dudas sobre la eficacia de los llamamientos explícitos a comentar. Es más, a veces tengo la sensación de que se consigue el efecto contrario.

Por lo demás, no soy consciente de recurrir a trucos especiales para escribir en el blog. Todo lo contrario, cuando lo permite el guión, me gusta dejarme llevar y que fluyan las ideas.

Ah! Y me gusta terminar con alguna frase que deje poso. En este caso me conformaré con desear no haberos aburrido demasiado con el tocho que me ha salido, a pesar de no tener trucos especiales.

Nos vemos el 15-J.

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  1. 30/05/2007 a las 23:53

    Tampoco echéis las campanas al vuelo con lo del Quijote, amigos míos, que lo de cambiar el mundo puede sonar demasiado rimbombante, pero en el fondo va más bien por lo del efecto mariposa. No me refiero tanto a cambios revolucionarios, que por otra parte suelen quedar en una sustitución de mandatarios, sino que hablo, ni más ni menos, de transformar la Administración pública, hacerla más colaborativa, más participativa y más feliz, para que la ciudadanía también lo sea. Alguien se me adelantó en decir que para cambiar el mundo hay que empezar por cambiarse uno mismo. Sólo me queda suscribirlo.

  2. 30/05/2007 a las 17:34

    Muy bueno Señor !!
    Me ha gustado de sobre manera el post. Tiene razón Alorza: «Don Quijote nunca muere. Afortunadamente».
    Saludos Santiagueños

  3. 30/05/2007 a las 11:27

    Fernando, ¿se reflejan nuestros enlaces a tu blog en Technorati? Tenemos un problema con la etiquetas y no sé si también con los enlaces. Esperamos que David lo corrija cuando vuelva -si vuelve- de Marruecos.

  4. 30/05/2007 a las 10:25

    ¡Claro que sí, Iñaki! Changer la vie, como dijo Rimbaud, es lo que intentamos muchos de los que escribimos. Aunque tu propósito es más ético que estético.
    Veo que hay muchas concordancias entre aprendices.
    Por cierto, Alberto e Iñaki, que conste que si me entero de los enlaces no es por Technorati, sino porque leo 😉
    Saludos.

  5. 30/05/2007 a las 06:25

    Me ha gustado esa clasificación de los posts. Y tus manías son bastante cercanas a la mías y, ya puestos, a las de la mayoría de los que escribimos blogs. No parece imposible sacar conclusiones comunes.
    Eres un valiente, ¿con estas armas piensas cambiar el mundo? Don Quijote nunca muere. Afortunadamente

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