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Política 2.0: ordenando ideas


Política 2.0 Aunque la administración y la política van cogidas de la mano, para bien y para mal, en este blog hablamos mucho de la primera y sólo tangencialmente de la segunda. La causa es muy clara, nos dedicamos profesionalmente a la administración pública. La política nos afecta como funcionarios y como ciudadanos, pero se queda un tanto al margen de nuestra actividad diaria. Por eso (al menos, por la parte que me toca) me siento más seguro y con mejor conocimiento de causa cuando hablo de la administración que cuando hago alguna incursión teórica en el ámbito de la política.

En esta ocasión, sin embargo, con el pretexto del segundo aplazamiento del encuentro «Política 2.0«, me voy a centrar de lleno en este concepto y voy a dedicar el post a ordenar algunas de las ideas que pululan en mi cabeza sobre este tema.

De qué va el encuentro Política 2.0

Según sus organizadores, este evento pretende ser un encuentro entre personas: personas que se dedican a la política y personas que blogueamos.

Entre los objetivos del encuentro citan los siguientes: acercar el mundo de lo 2.0 a los políticos, promocionar los sistemas de participación que ya ha puesto en marcha el Parlamento vasco (como Parte hartuz!) y profundizar en el concepto de participación ciudadana.

Cualquier escusa me parece buena para acercar los mundos paradójicamente tan separados de la política y de la ciudadanía.

Política 2.0: por qué?

El sistema político que tenemos se inventó hace aproximadamente dos siglos. Desde entonces el mundo ha cambiado mucho, mientras que el sistema democrático representativo apenas se ha modificado.

La democracia que conocemos nació en una época en la que había grandes diferencias educativas y culturales en la población, los sistemas de comunicación y de transporte eran rudimentarios, y la segmentación en clases sociales era muy marcada, por citar algunos rasgos básicos de aquella sociedad.

Nuestras sociedades actuales se parecen poco a las de los siglos XVIII y XIX, pero el sistema democrático apenas ha cambiado desde entonces. Cada vez hay más voces desde los ámbitos académicos, institucionales e incluso desde los partidos políticos que consideran ha llegado el momento de revisar profundamente el sistema político democrático.

Explica muy bien estos temas Pedro Prieto en su libro, «e-Participación en el ámbito local. Caminando hacia una democracia colaborativa«, del que ha publicado su primer capítulo: La democracia marchita.

Mientras tanto la desafección de la ciudadanía con respecto a la política es creciente, como muestran estos datos:

  • En Estados Unidos, la participación en las elecciones presidenciales bajó de forma sostenida del 62,8% en el año 1960 al 48,9% en 1996 (Putman, 2002).
  • En Europa occidental, la participación media bajó del 84% en la década de los setenta hasta el 75% durante los años noventa (Anduiza y Bosch, 2004).
  • El referendum sobre la llamada Constitución europea tuvo una participación del 41,77% en el conjunto del Estado español, y en el del Estatut de Catalunya fue a votar el 49,41% del censo.
  • Sólo el 3,8% de la población catalana está afiliada a algún partido político (fuente: Eduard Aibar y Ferran Urgell, «Estado, Burocracia y red»).

No hace falta ser un visionario para entender que el actual sistema político está llamado a conocer cambios de calado durante los próximos años. Más difícil es saber en que se concretarán esos cambios. Cualquier avance hacia formas participativas que sean capaces de incorporar a un número creciente de personas supondrá dar pasos en el buen camino.

Por eso, porque la política y la ciudadanía no pueden vivir de espaldas, porque la política no puede reducirse al espectáculo mediático y a la liturgia electoral, eventos como el del próximo 13 de septiembre constituyen intentos dignos de aplauso.

Política 2.0: para qué?

Tal y cómo se ha planteado el evento, se identifican unos objetivos a corto (acercar el mundo de lo 2.0 a los políticos y promocionar sistemas de participación como Parte hartuz!) y otros a largo plazo (profundizar en el concepto de participación ciudadana). Y está bien que así sea.

Conseguir resultados concretos y tangibles, por modestos que sean, facilita plantearse metas más ambiciosas. Pero no habría que limitar el alcance de esta experiencia a sus objetivos más inmediatos. Para entendernos, está bien que algunos políticos se animen a escribir un blog, pero será todavía mejor si son conscientes de la necesidad de cuestionarse el sistema político actual y asumen un rol activo para contribuir a transformarlo.

En el corto plazo, los compromisos asumibles por ambas partes podrían ser los siguientes:

  • Comenzar a escribir un blog (los políticos), siguiendo el decálogo de Pablo Aretxabala
  • Poner en marcha blogs sobre iniciativas parlamentarias de gran interés para la ciudadanía
  • Ayudar (a quienes lo requieran) para iniciarse en el mundo de los blogs y participar en ellos aportando comentarios (los blogueros)
  • Crear en la página del Parlamento un directorio de parlamentario/as con blog (los catalanes ya lo han hecho).
  • Participar en Parte hartuz! y otros servicios de participación del Parlamento (los blogueros), para que este espacio de participación despliegue todas sus potencialidades.
  • Revisar Parte hartuz! y otros servicios de participación del Parlamento, de forma colaborativa, en base a la experiencia (la institución del parlamento) para dotarle de un formato más amigable y más dospuntocero.

Compromisos de continuidad, mirando al medio-largo plazo:

  • Contribuir (todos y todas) a la organización del evento periódico «Política 2.0» como «continuación presencial» del debate virtual permanente.
  • Poner en marcha un espacio de debate (por ejemplo, wiki) sobre la participación ciudadana en los procesos legislativos.
  • Promover la investigación sobre e-Democracia y mecanismos de participación directa, en colaboración con centros de estudios administrativos (como el IVAP), la Universidad y la iniciativa privada (con y sin ánimo de lucro)
  • Socializar la información y el conocimiento sobre los asuntos de interés público para facilitar la participación de la ciudadanía.

En la situación actual, con el sistema político, la configuración del poder y la falta de cultura participativa que tenemos, es prácticamente imposible conseguir grandes resultados a corto plazo. Por eso es importante fijarse unos objetivos modestos (casi inocentes) pero alcanzables y, sobre todo, asegurar los mecanismos de continuidad para que la rueda de la Política 2.0, una vez comience a girar, tenga la energía interna suficiente para no pararse ante la primera dificultad que se le presente.

Política 2.0: quiénes?

Este evento se ha convocado inicialmente pensando en la participación de algunos políticos con blog y de otros que tengan intención de empezar a escribirlo y, por parte de la ciudadanía, en personas que escriben blogs, gran parte de ellos participantes en la comunidad de aprendices.

Este grupo puede ser válido para empezar a andar, pero si se pretende construir algo sólido a futuro, habría que pensar en incorporar a personas y organizaciones que ya están trabajando en temas de participación, aunque a lo mejor no tanto desde el punto de vista de las herramientas tecnológicas. A mi me da un cierto pudor empezar a hablar de estos temas siendo consciente de que hay personas que llevan tiempo reflexionando y trabajando sobre ellos y que, al menos inicialmente, no van a participar en esta iniciativa.

Por ejemplo, la Diputación Foral de Gipuzkoa con la colaboración de Baketik ha organizado unos cursos de formación en participación ciudadana que se están desarrollando en diversos puntos de Gipuzkoa. También en la Universidad del País vasco hay un grupo de profesores que han creado la asociación Parte Hartuz para impulsar procesos y experiencias de democracia participativa. Por otra parte, existen organizaciones como Lokarri, con otros objetivos principales, pero que también están desarrollando experiencias de participación. Y seguro que hay más personas inquietas interesadas en contribuir al desarrollo de la participación, con las que se podría contar próximamente. Si hablamos de participación, supongo que cuantos más mejor. De eso va la cosa, ¿no?

Hay que sumar fuerzas a favor de la participación.

Y hasta aquí llego hoy. Otro día me gustaría escribir sobre los cómos.

Categorías: Participacion Etiquetas:
  1. 30/06/2008 a las 23:37

    Seguiremos intentando ordenar las ideas ;-).
    Gracias por estar ahí.

  2. 30/06/2008 a las 20:38

    Gran post, espero impaciente la continuación. Me he permitido enlazarlo desde el wiki de Politika 2.0.

  3. 30/06/2008 a las 08:28

    Dices grandes verdades, y como análisis inicial está muy bien. Comienzas diciendo que la administración pública está ligada a la política. Pero es que eso es legítimo. Hay otras barreras que seguro que no son legítimas, y muchas veces legales o ilegales dependiendo de una interpretación política tendenciosa. Una introdución al ¿Qué?¿Dónde?¿Cómo?¿Para qué?, partiendo del enfoque inicial, el actual que es el 1.0 :
    ¿Qué ?
    Parto desde la premisa que entiendo Política 2.0 como ejercicio democrático, pluridisciplinar, multi-social (palabro), etc.. para como dice Alorza : coproducción y prestación de unos «servicios ideológicos»..dentro de ¿la polis?
    ¿Dónde?
    Claro, porque en un contexto globalizado ¿qué es la polis?.¿ La transformación de ciudadanos locales en aldeanos globales? Claro, el ámbito de los Estados-Nación ha quedado obsoleto. Por otra parte ¿ cuales son los límites éticos de la Política 2.0? En la Economía como en la Política, HOY, TODO ES ÉTICO, siempre y cuando esté dentro de la legalidad. Claro, que las leyes cambian depediendo de quien detente el poder.
    ¿Cómo?
    Denuncio la política supeditada a la economía, que ya incluso trasciende las barreras de la Economía de Mercado. Trasciende las leyes de un capitalismo clásico. ¿Es posible hacer política 1.0 o 2.0 sin la transformación democrática de las estructura democráticas?. Existe el viejo concepto de «democracia económica». Un buen análisis sería «democracia económica 2.0». Pero es que todo lo que comentas como las baja participación o militancia es igualmene aplicable a otros colectivos humanos, los sindicatos. Lo denuncio, y lo denunciaré, destesto el sistema hacia el que vamos, hacia el yanki, bipartidista en lo político y profesionalizado en lo sindical.
    ¿Para qué?
    Habría que dotar de mayor contenido al término de PARTICIPAR. Sé que puede resultar escabroso, pero ¿ DECIDIR ?. Al final, quizás el fin de toda participación podría ser un desarrollo humano sostenible, pero para ésto es necesario la responsabilización del individuo. ¿ Qué responsabilización sin poder de decisión?

  4. 30/06/2008 a las 00:29

    Chapeau, Iñaki. Suscribo TODO. Excelente reflexión. Y muy válida. Mil gracias por ordenadrnos las ideas a algunas/os. Ahora a ponernos las pilas ¿estamos asistiendo a un embrión de «cambio» en los modos políticos? Ojalá.

  5. 30/06/2008 a las 00:29

    No me creo que lo hayas escrito durante el partido, seguro que lo tenías programado para que se publicara a esa hora 😉
    Me parece muy interesante la reflexión que haces y sobre todo, el hecho de que ordenes las ideas. Tengo la impresión de que todo el mundo hablamos de política 2.0, que hay muchas cosas sobre la mesa, pero hay que empezar a ordenarlas y a aclararnos, no solo desde el punto de vista teórico sino también desde el práctico. Espero seguir tu ejemplo también en mi blog (aunque me parece que en verano entra en hibernación).

  6. 30/06/2008 a las 00:05

    Bah! No tiene mérito. Desde que se jubiló Marino Lejarreta el deporte ya no es lo que era.

  7. 29/06/2008 a las 23:40

    Eres un crack: publicando un sesudo artículo mientras se juega la final de la Eurocopa. Felicidades por ser diferente. Mañana me lo leo.

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