Suprimir las teorías y empezar a pensar
Vía el blog de Javier Llinares, llego a una entrevista con Francisco Juan Barba Corsini, publicada en El País.
Es, seguramente, el arquitecto más longevo de España. Todavía en activo, mantiene una mentalidad abierta y crítica. Construyó arquitectura neoclásica, moderna y posmoderna antes del posmodernismo. Por eso, con noventa años, reivindica la humanidad de la arquitectura por encima de las etiquetas.
Foto: vía decopasión.
Traigo a nuestro blog, en esta mañana de domingo, unas cuantas ideas de esta entrevista que invitan a la reflexión. Seguro que le sugiere algo a Arkimia, que escribe el blog donde más cosas leo sobre arquitectura.
- He tenido que aprender a suprimir las teorías y empezar a pensar. Las obras que he hecho más a gusto son las que han hecho feliz a alguien. A veces los trabajos que terminan por decir más son los más sencillos, los más económicos. Pero los que más han alterado la vida de una persona.
- Yo creo que la arquitectura ha de funcionar. Pero inmediatamente después debe emocionar. Si no hay emoción hay error. La emoción no es ser el más listo, el más alto o el más osado. La emoción es llegar a la gente, ser cuidadoso, respetar el entorno. La emoción no destroza.
- He descubierto que la vida de pueblo supera a la vida de la ciudad. Es más humana. ¿Sabe por qué? Porque en los pueblos se habla con los demás, se pasea. Y lo mismo sucede con la arquitectura. La más humilde es más humana.
- Uno empieza copiando aunque lo que se copie parezca revolucionario. Luego, cuando empieza a pensar, cuestiona.
- Una película que cambió su vida: El manantial (1949), de King Vidor, defendía una arquitectura purista y la necesidad de no llegar a compromisos para culminar una gran obra. Tras verla encontré el valor para romper y no hacer algo en lo que no creía. Luchar por algo en lo que crees da fuerza. Es así de fácil. Para empezar de cero hay que tener las cosas claras.
- Hay un libro de Richard Neutra, Realismo biológico, que orienta y aconseja llegar a una amistad con el cliente para que éste te pida lo que tú quieres. Hay que manejar las situaciones y darle la vuelta a las cosas.
- Hoy en día en urbanismo se dibujan las carreteras y en lo que queda entre ellas, en los restos, es donde vive la gente. Yo soy contrario a este sistema. Las personas son el centro. No me interesan las ciudades en las que mandan las carreteras.
¿Alguna idea aplicable a la Administración pública?
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Hermosa visión. Hermosa acción. Gracias por el post
Me alegro de que os hayan gustado las reflexiones de Barba Corsini. Es un placer comprobar que se puede llegar a una edad tan longeva con la cabeza tan lúcida.
A veces las personas cuando ya están de vuelta, cuando sólo sienten la necesidad de responder ante si mismos, suelen decir las cosas más interesantes, mostrando auténtica sabiduría.
La arquitectura, como todas las ciencias y las artes, tienen que ser útiles a las personas. Pero en la vorágine de los días es difícil no perder la perspectiva. Conviene tomar perspectiva de vez en cuando, apartar un poco las ramas para poder ver el bosque, recuperar el sentido.
Me encanta cuando veo que se puede llegar a la vejez con las mismas ganas de seguir cuestionando las cosas, con las misma pasión en el trabajo y con la curiosidad intacta.
A ver si nos pasa a los que nos queda mucho por «curiosear»
Una de las frases queda fichada para el intro de mi blog, al final, como dice mi amigo Ulloa, uno no va a poder cambiar el mundo, pero podrá intertarlo…
PD
Voy a empezar una cruzada en la RAE para que ser curioso y tener curiosidad no sea algo peyorativo.
Me ha gustado que defienda la emoción en su trabajo «si no hay emoción hay error», yo añadiría que cuando hay emoción es porque hay calidez y conecta con los valores de las personas, un puente entre lo racional y el corazón, la emoción. Sabia persona.
Últimamente, lo mismo construyes catedrales que cambias el mundo, así que este post encaja perfectamente con tu estado de ánimo. Hermosas reflexiones, y hermosa conversación con Fernando.
Al final, gracias a vuestra provocación he publicado un articulito al respecto. Enlazando, enlazando,…
http://arkimia.nireblog.com/post/2007/06/03/arquitectura-servicio-publico
Gracias por la provocación, pues.
No sé si algo de lo dicho será aplicable a la Administración Pública (supongo que sí, aunque doctores y funcionarios tiene la Santa Madre Administración), pero desde luego no creo que sea una coincidencia que dos viejos y sabios arquitectos coincidan en el espíritu de sus mensajes. Y si no, comprobad en el siguiente enlace lo que sigue defendiendo Oscar Niemeyer, en este articulo de BBC que recoge una entrevista al centenario maestro brasileño titulado «Una arquitectura que sirva a todos«.
Es emocionante para los que somos más jóvenes ver cómo los ancianos maestros mantienen la vista, después de decenas de años de ejercicio profesional, el objetivo, hacia lo esencial: la arquitectura como servicio público.
A los que creemos en lo público y colectivo más que en lo individual y lo privado, al menos, nos emocionan estos testimonios. Sólo resalto una frase, una respuesta de Oscar Niemeyer, perfectamente concordante con la que trasncribís aquí de F.J. Barba Corsini, que me ha parecido brillante, deslumbrante, y también perfectamente aplicable a cualquier campo del conocimiento humano:
Enmarcarlo en un cuadro, y colgarlo por lo menos en dos sitios. El despacho del alcalde, y la oficina técnica.