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Implantación de la e-Receita en Galicia


receta electrónicaEl último boletín (PDF) trimestral de la empresa ALTIA (diciembre 2008),  publica una entrevista con Rosa Lendoiro, presidenta del Colegio de Farmacéuticos de A Coruña. Ahora que Alorza está volcado en cuerpo y alma en el mundo sanitario me ha parecido oportuno traer al blog la referencia de esta entrevista.

En el momento actual de desarrollo de la Administración electrónica, los proyectos que implican la participación de diversos agentes son los que me parecen más interesantes y, en concreto, la receta electrónica es una de las aplicaciones estrellas de la e-Administración.

Me quedo con una pregunta / respuesta de esta entrevista:

P: En ese triángulo de tres vértices que forman paciente, médico y farmacéutico, ¿qué beneficio aporta la receta electrónica a cada uno de ellos?

En la prescripción es un beneficio a medio largo plazo porque requiere un esfuerzo inicial en cuanto a historia clínica del paciente. Diagnósticos y medicaciones han de ser incorporados a las bases de datos, tras este trabajo inicial, las consultas de burocracia pura de recetas se reducen y se puede utilizar el tiempo para labor asistencial, algo que reclaman los propios profesionales para mejorar la atención del paciente.

En cuanto a la farmacia, le permite tener acceso a la historia fármaco-terapéutica de los últimos meses y va a poder hacer un seguimiento mejorado en cuanto a efectos secundarios o efectos adversos en la medicación. Se agiliza la relación médico-farmacéutico y prima lo asistencial. El farmacéutico se responsabiliza de sus acciones respecto al paciente.

El paciente, el principal beneficiario, no tendrá que asistir con tanta regularidad a por recetas, sobre todo aquellas que se prescriben para seis y doce meses, hecho que ayuda a pacientes crónicos. La tarjeta sanitaria del paciente es llave para el acceso, el farmacéutico ha de combinarla con su firma electrónica.

Categorías: #health20, alorza.net, Sanidad Etiquetas:
  1. 03/02/2009 a las 23:04

    @Pedro: ¿Los gestores de Osakidetza? Pero si este post trataba de la e-Receita en Galicia ;-).
    Tienes razón, es habitual que este tipo de proyectos se aborden tarde, de prisa y mal, pero no hay que perder la esperanza. Hay que ganar espacios para la racionalidad administrativa (¿un oxímoron?). Para eso estamos haciendo la revolución 2.0 de la Administración pública ;-).
    Al final, se termina haciendo lo que había que hacer. Por ejemplo, la receta electrónica. La pena es que se haga mucho más tarde, con mucho más desgaste personal y, seguramente, mucho peor de lo que sería posible y se debería hacer.

  2. 03/02/2009 a las 22:07

    @Pedro Has hecho una buena descripción de los riesgos del proyecto. Habrá que tomarlos en cuenta para hacerlo bien. Casi con la formulación que has hecho has descrito la solución.

  3. PEDRO
    03/02/2009 a las 21:36

    Hola Iñaki. ¿Pero hay una decisión de alto nivel de que vaya adelante?. Si es así hará falta, efectivamente, buscar soluciones a los problemas previsibles. Aquí la pregunta es quién lidera ésto. Los de abajo estamos simplemente expectantes.
    Por otra parte, te aseguro que las situaciones que describo son habituales. Son problemas de todos. Creo que las situaciones más excepcionales no se verán hasta que se haya empezado de forma generalizada. Habría que monitorizar su evolución antes de seguir desarrollándolo. Tal vez se debería empezar por algunos casos. Por ejemplo:
    1) los pacientes activos, que se cuidan de no adquirir los medicamentos que no van a tomar, ya que abonan parte del precio de la prescripción.
    2) los pacientes que toman pocos medicamentos (por ejemplo, cuatro o menos), que es más fácil de controlar.
    3) los pacientes con gran estabilidad en las modificaciones de fármacos (¿seis meses sin cambios?, por ejemplo)
    4) en cualquier caso, se debería prever la posibilidad de que la tarjeta electrónica pueda ser bloqueada provisionalmente y el paciente deba acudir al Centro de Salud hasta que su situación permita le otra vez volver al sistema.
    Peeeero…está el nivel político. Si el Consejero correspondiente hace una rueda de prensa….ya no hay quien lo pare. Irá de forma desbocada. Los gestores de Osakidetza darán instrucciones insuficientes, incoherentes y paradójicas, y luego los técnicos correspondientes deberán presentar (arreglar-maquillar-disfrazar-silenciar) los datos de forma que puedan defenderse. Finalmente no habrá quién pueda tener un juicio formado en base a información real. En fin, os aseguro que no soy tan pesimista como parece. Aunque con frecuencia creo que tengo poderes extraordinarios, porque acierto bastante.
    Y ya me voy a la cama. Buenas noches.

  4. 03/02/2009 a las 20:33

    @Pedro: entonces la receta electrónica es un chollo, porque va a servir para que se hagan un montón de cosas que habría que haber hecho en cualquier caso ;-).
    Me da la sensación, por tu comentario, que sabes de lo que hablas. No es mi caso, por cierto. Pero se me ocurren un par de cosas. La primera, que la cuestión es buscar soluciones a los problemas previsibles. Y la segunda, que las soluciones tienen que orientarse, sobre todo, a la casuística habitual, que las excepciones ya se tratarán cuando toque. Pero, a veces, porque no somos capaces de solucionar el problema de unos pocos, dejamos sin resolver el problema de todos.
    Muchas gracias, Pedro, por tu comentario.

  5. PEDRO
    03/02/2009 a las 19:39

    Permitidme un apunte de escepticismo. Creo que la receta electrónica es necesaria, pero ni de lejos va a ser un camino trillado.
    En primer lugar, como bien dices, hace falta tener la Historia Clínica en perfecto estado, y sobre todo las prescripciones (indicaciones, presentaciones comerciales, posología, cadencia…). Tal vez para algunos, los que llevan más años puliendo las Historias será más fácil que para otros, pero todos deberemos currarlo.
    En segundo lugar, como sabemos todos, el trabajo en AP tiene mucho de incertidumbre y está sometido a multitud de variables que te «estropean» el trabajo avanzado. Más que una “ciencia” biológica es una ciencia social. Continuamente te encuentras con la necesidad de modificar prescripciones tuyas o de otros. O te las encuentras modificadas en la Historia (sustituciones, residentes, enfermería, compañeros,…). O la situación reflejada en la Historia no se parece a lo que realmente está tomando el paciente (me hizo mal y lo dejé, volví a tomar la medicación antigua, el especialista me cambió, etc…).
    Me imagino el o la paciente pensionista cuando va a la farmacia a por las «boticas». El o la farmacéutico/a o mozo de farmacia pretenderá «hacer caja», y por lo tanto le «prescribirá» todo lo que pueda a través de su tarjeta electrónica. No le preguntará si lo está tomando (vale, algún farmacéutico sí, pero yo conozco al menos dos de mi barrio que no). El paciente irá a su casa con la bolsa con toda la medicación, tomará lo que crea que deba tomar, y el resto de las cajas las amontonará, las tirará, o con algo de suerte las mandará a reciclar. ¿Cuántas prescripciones crónicas de cremas tópicas, colirios, analgésicos, sales de calcio, antiresortivos óseos, inhaladores, etc., nos enteramos meses o años después que ya no están tomándolas y siguen vigentes en las historias?. A veces incluso pillo casos de antihipertensivos o antidiabéticos…
    Pues bien, todas esas prescripciones se las llevarán en mano los pacientes y se facturarán debidamente. ¿Por qué tarda tanto en ponerse en marcha la receta electrónica?. ¿Por problemas jurídico-legales?, ¿porque no se ponen de acuerdo los Colegios Farmacéuticos?, ¿por problemas de infraestructura informática?, ¿porque se está pilotando en algún pueblo ya hace falta un informe técnico positivo?. Mi sospecha es que el motivo es que se ha comprobado que aumenta el gasto farmacéutico. Aumenta el gasto farmacéutico de forma ineficiente, porque la medicación, gracias al cielo, se va a la basura. Porque si no, si lo tomaran, estaríamos hablando de un problema de seguridad del paciente.
    Hace falta la receta electrónica. Y hace falta más cosas: un protocolo estricto. Una validación de qué profesionales podrán utilizarla en sus pacientes, en función de cómo estén sus historias. Una supervisión de la gestión farmacéutica. Y una inspección estrecha de las oficinas de farmacia.
    Saludos a todos.

  6. 02/02/2009 a las 23:21

    Pero bueno, ¿no quedamos en que yo era el redactor jefe del área de Sanidad? Por mucho que hagas méritos, no me quitarás el cargo 😛
    Gracias por la noticia, crack.

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