Curso de verano sobre redes sociales y administración electrónica
Si la huelga del próximo miércoles no me impide llegar a tiempo, el jueves participaré en un Curso de Verano organizado por la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla.
El título del curso es así de sugerente: «Redes sociales e Internet: Oportunidades y desafíos en un nuevo modelo de sociedad«. Participaré en una mesa sobre «Redes sociales y Administración electrónica«, junto a los profesores Eduardo Gamero y Julián Valero. Siento la participación en esta mesa como un premio ¡Estoy encantado!
Pero, al mismo tiempo, me da cierto pudor porque, en el fondo, me considero un espontáneo en este ruedo de las redes sociales. Haber empezado a escribir este blog, que pronto cumplirá su 5º año de vida, me está llevando por derroteros que ni siquiera había sospechado.
En este post cuento como estoy planteando mi intervención y, por supuesto, agradeceré mucho cualquier sugerencia de mejora.
Lo primero que me apetece aclarar es que yo no circunscribiría el uso de las redes sociales exclusivamente a la administración electrónica, porque las redes sociales no han nacido ni con Facebook ni con Internet. La Administración pública siempre ha participado en redes sociales e, incluso, las ha organizado. Por eso yo preferiría hablar de «Redes sociales y Administración pública«, para no limitar a lo electrónico el alcance de las redes sociales en la Administración.
Puede parecer una cuestión de matiz, pero creo que conviene acotar bien los conceptos para poder construir sobre una base conceptual compartida y así entendernos mejor. La cosa va más o menos en la línea del post sistematizador del otro día: «Conceptos y etiquetas sobre Administración electrónica«. Aprovecho para agradecer a @scolomo, @andresnin, @mgarrigap, @Netoraton y @alorza su participación en aquella conversación que me resultó útil para enriquecer mi punto de vista sobre estos conceptos.
A continuación enmarco la utilización de las redes sociales por la Administración pública en el contexto del «Gobierno de sociedades complejas«. ¿Os acordáis de aquel post reseña del libro “La transformación de la política” de Daniel Innerarity?
«La política debe transitar desde la jerarquía a la heterarquía, de la autoridad directa a la conexión comunicativa, de la posición central a la composición policéntrica, de la heteronomía a la autonomía, del control unilateral a la implicación policontextual. Ha de estar en condiciones de generar el saber necesario – de ideas, instrumentos o procedimientos – para moderar una sociedad del conocimiento que opera de manera reticular y transnacional”.
A partir de ahí, por seguir sistematizando, intento identificar y delimitar las diferentes realidades que pueden englobarse bajo la etiqueta de «Redes sociales y Administración pública«. Seguramente, lo primero que nos viene a la cabeza es la participación de las administraciones en las redes sociales al uso (facebook, linkedin, etc.). Pero no podemos olvidar que la utilización de las redes sociales también tiene excelentes oportunidades de aplicación en el ámbito interno de las administraciones públicas. Por tanto, el eje interno / externo constituye el primer criterio de clasificación.
Por otra parte, si sólo pensamos en la utilización de las redes sociales por las administraciones públicas corremos el riesgo de no considerar en el análisis una categoría de utilización de las redes sociales muy relevante para la gestión de la cosa pública. Y es que la ciudadanía ya está conversando en la red sobre los asuntos públicos en los que interviene la Administración pública. En esos casos, la red social ya está creada. A las administraciones solo les queda escuchar y, en su caso, participar como un nodo más de esa red. Podríamos decir que la historia de las redes sociales y las administraciones públicas comienza antes de que las administraciones hayan hecho nada para gestionarlo y, tal vez, antes de que ni siquiera se hubieran dado cuenta del fenómeno. Así que el segundo eje de clasificación es función de quién toma la iniciativa de creación de la red.
Hechas las cajas, configurado el armazón, sólo queda rellenarlo. No tan «sólo» en realidad, porque lo que falta es precisamente el contenido, nada más y nada menos. Pues bien, el contenido va a ser un intento de responder a esas preguntas del millón que todos nos hacemos cuando pensamos en este tema. Es decir, ¿redes sociales en la Administración pública: para qué y cómo? Se admiten propuestas sobre las preguntas y, mejor aun, sobre las respuestas ;-).
Y, finalmente, queda ilustrar todo ello con ejemplos de las mejores prácticas que conozco en cada «caja». Por supuesto, con especial atención a nuestra propia experiencia en el Gobierno Vasco, que todavía no tiene un gran recorrido, pero algunas cosas interesantes ya podemos empezar a contar.
Estaría encantado de poder colgar la presentación porque significaría que ya la tendría hecha, pero todavía dista bastante de estar terminada :-(.
Cualquier ayuda será muy bien acogida. Que para esto también sirven las redes, ¿o no?
Hola Iñaki, me he enterado tarde de todo esto y bueno, alguna sugerencia te podría haber hecho, no sé si te hubiese servido para algo pero…. Empecé con un blog de contratación pública y este año abrí una red social de contratación pública, no es que lleve mucho tiempo, pero por lo que sé y lo que he leído las redes son herramientas potentísimas que la Administración debe aprender a usar. Sobre este asunto, hay más información en la wiki de la comunidad de prácticas.
Un saludo.
Iñaki, ha sido un placer escucharte en vivo y desvirtualizarte. Espero que vuelvas pronto por el Sur; no es fácil encontrar «saraos» de este tipo por aquí.
Me hubiese gustado ser más participativo en la mesa, pero entre que iba de «libre oyente» (o sea, sin pagar) y que el público era… «escaso», no me terminé de lanzar.
Por cierto, ¿dejarás por aquí o en SlideShare el powerpoint usado?
Lo dicho, me ha gustado mucho conocerte y gracias por tus ideas.
Iñaki
El otro día estuve con el David Pullinger (Head of Digital Policy en el Reino Unido) y me mostró las recomendaciones que les dan a los empleados públicos británicos para usar las redes sociales:
http://coi.gov.uk/blogs/digigov/author/dpulling/
Enhorabuena por la participación en el curso.
Disfruta y saluda a Julián y Eduardo
Hola Mónica,
Conozco el documento, ciertamente interesante porque da pautas muy útiles para el personal de la administración. Lo interesante sería ver si realmente se han aplicado el cuento y se está utilizando productivamente. Haría falta el «post-estudio», para extraer conclusiones, sin duda de extraordinaria utilidad para administración y administrados.
El 15 de junio se presentó un documento muy interesante en Barcelona, la
“Guía de uso y estilo en las redes sociales de la Generalidad de Cataluña” donde se enumeran las herramientas de las redes sociales más populares y se establece el procedimiento para un uso adecuado y homogéneo por parte de los profesionales de la Generalidad.
A pesar de que lo electrónico es lo instrumental, me parece muy recomendable su lectura porque nos explica cómo van a usar en Cataluña las redes sociales como herramienta de comunicación interna (grupos de profesionales de cada departamento en linkedin, publicación de imágenes de eventos, presentaciones, etc. de cada departamento con flicker, etc…) además de cómo instrumento de difusión hacia el exterior (blogs, twitter, etc…).
A ver qué os parece.
Atentamente.
Básicamente de acuerdo con el enfoque, Iñaki, y con la reflexión de Galindo. Las redes sociales, en cualquiera de sus vertientes y formatos, deben servir como medio de comunicación con la Administración Pública, entendiendo la comunicación como un diálogo de a dos, es decir, donde uno habla y el otro escucha. Vamos, que no sea sin más un foro en plan desahogo donde luego no hay respuestas, porque si no pierde su sentido. Y luego también, resaltar la necesidad de que la Administración acepte las consecuencias o los efectos de ese estar en las redes, vamos, que hay que estar a las duras y a las maduras, y aceptar por tanto los halagos (claro), y las críticas o desacuerdos, que generalmente no irán con segundas, sino con un espíritu constructivo.
Por otro lado, no sé si has valorado tener en cuenta el anteproyecto de Ley de Transparencia, por si te puede sugerir alguna idea o enfoque.
Suerte y enhorabuena.
Gracias por el artículo y, en general, por vuestro blog.
No dudéis de que vuestras aportaciones en la Red constituyen un gran campo de aprendizaje para las propias administraciones.
Un saludo muy atento.
¿Redes sociales en la Administración pública: para qué y cómo?
Interesante pregunta que dará sin duda aún más interesantes respuestas.
Coincido contigo en empezar con el eje interno/externo, primero porque soy un firme creyente en el uso de este tipo de redes en el ámbito interno de las administraciones, como herramienta de comunicación interna (qué faltos estamos de ella), participación y colaboración (otro tanto), y segundo porque creo que no se puede ser una administración abierta al exterior, como implican las redes sociales, sin estar abierta al interior.
Respecto al ámbito externo y reflexionando en el para qué, encuentro diversos motivos. Aunque sea una perogrullada hay uno básico que es informar. Ayer mismo un amigo me dijo que seguía la página del ayuntamiento en Facebook y le pregunté interesado el porqué. Su respuesta fué muy sencilla, para enterarse de las cosas, ya que pasaba bastante tiempo en Facebook y poco navegando y no tenía tiempo de buscar la información, prefería encontrarla allí.
El problema viene para algunas administraciones cuando el ciudadano, pregunta, critica…, cosa que ocurre con bastante frecuencia en las redes sociales.
La administración no suele ser partidaria de esto, parece que se pone nerviosa, y la verdad es que no es para tanto, pero evidentemente hay que dedicar el personal, los recursos, «y la estragegia» necesarios para ello.
En cuanto al cómo, soy partidario de hacerlo de una manera, digamos, no intrusiva, es decir, ¿y si el ciudadano no quiere conversación? ¿Qué hacemos? Podemos encontarnos de todo.
Otro aspecto interesante es en dónde vamos a estar. ¿En todas? ¿En las más numerosas y famosas? ¿En redes territoriales, profesionales? O creamos una. ¿Vamos a su casa o vienen a la nuestra?. ¿Fragmentaríamos demasiado la información? ¿Y con ello discriminando a otros usuarios?
Yo personalmente creo que todo debería ser mucho más sencillo. Deberíamos usarlas como otro canal de comunicación, de dos sentidos claro, que es lo que significa «comunicación», con todo lo que implica. El problema es que lo de comunicar y conversar con el ciudadano, o con el trabajador, en las administraciones no suele ser un objetivo prioritario, ni siquiera secundario, hablemos del canal que hablemos.
Hay otros ámbitos en los que se pueden utilizar las redes sociales, pero creo que hay que ir paso a paso, implementar primero como canal de comunicación y si obtenemos respuesta podemos ir mas lejos.
Me parece muy buena idea empezar por aclarar los conceptos, pues lo electrónico no deja de ser instrumental. Las redes han existido siempre, lo nuevo es: a) el enorme efecto multiplicador que producen las TIC y b) el gobierno abierto como paradigma.
Desde mi punto de vista, tan importante es la trastienda (las redes dentro de la administración) como fuera. Si no se entiende y fomentan las redes dentro no se pueden fomentar, construir y entender las redes de fuera.
Esto me lleva a las plataformas tecnológicas que soportan las redes: no lo tengo muy maduro, pero creo que las redes de dentro pueden basarse en plataformas propias, mientras que para las redes de fuera de la administración o mixtas dentro-fuera, hay que ir a las plataformas en las que está la gente, con dudoso éxito si pretendemos que la gente venga a nuestras plataformas.
Me viene muy bien el artículo pues estoy trabajando en uno parecido.
Saludos
Javier