Administraciones en red

Hoy he participado en la 2ª Jornada del ‘Libro Blanco de Democracia y Participación Ciudadana para Euskadi’ que se ha celebrado en Vitoria-Gasteiz. La 1ª Jornada de este proceso participativo, de la que ya di cuenta en este blog, tuvo lugar en Bilbao el pasado 18 de diciembre de 2013.

En el tiempo transcurrido entre ambas jornadas se han publicado las conclusiones de la primera jornada y se han llevado a cabo diversas sesiones específicas, como por ejemplo, el taller del pasado miércoles 12 de marzo, en el que reflexionamos sobre la participación con la ayuda de la Metodología LEGO SERIOUS PLAY.

En este post comparto mi particular crónica de esta 2ª jornada celebrada hoy.

La jornada de hoy la ha abierto el Director de Gobierno Abierto, Luis Petrikorena, que ha expuesto algunos principios para la participación, entre los que ha citado la coherencia/consistencia, la calidad, la reutilizabilidad y la accesibilidad. Ha afirmado que estamos definiendo las reglas de un juego nuevo, que estamos aprendiendo y que seguiremos aprendiendo.

A continuación Goizalde Atxutegi, del equipo de trabajo del Libro Blanco por parte de Innobasque, ha explicado el contexto y los objetivos de la jornada de hoy. Los aspectos a tratar en la jornada de hoy eran la vinculación entre la participación y la decición y  los canales y metodologías para desarrollar procesos participativos de calidad.

Javier Bikandi, el director de la DACIMA, que es la otra Dirección del Gobierno Vasco que está impulsando esta iniciativa, ha expuesto los compromisos del Gobierno Vasco con respecto a este proceso de elaboración del Libro Blanco. La verdad es que la lista era larga, por lo que mejor esperar a que se publiquen las intervenciones de hoy en la web de IREKIA.

A continuación hemos debatido por grupos a partir de unas afirmaciones sobre la participación ciudadana, propuestas por las personas facilitadoras de la jornada de hoy, las cuales han ido rotando de grupo en grupo.

Tengo que decir que me ha tocado un grupo bien interesante, en el que ha habido un buen nivel de debate y que, para bien y para mal, el grado de consenso ha sido bastante alto. A continuación resumo mis principales conclusiones.

Sobre el carácter vinculante de la participación

Este ha sido uno de los temas recurrentes planteados por las personas facilitadoras. Al parecer hay quienes piensan que es importante que los poderes promotores queden «vinculados» por el resultado de los procesos participativos. Me ha gustado comprobar que mi grupo de debate ha restado importancia a esta cuestión. La vinculación de la decisión puede ser necesaria en algunos casos, pero la mayoría de las veces se valora más el proceso deliberativo mediante el cual se enriquecen las propuestas iniciales y se puede llegar a consensos que no tienen porque reflejar necesariamente ninguna de esas propuestas iniciales.

Sobre este punto, también se ha considerado la importancia de que las reglas del juego estén claras y se comuniquen con claridad desde el principio, de forma que todas las personas participantes en el proceso sepan cuales son los objetivos y los compromisos. Si las cosas están claras y se cumplen los compromisos, nadie se sentirá estafado o manipulado.

Sobre las competencias de las personas participantes

La complejidad técnica de muchos asuntos públicos puede ser un buen pretexto para eludir la participación ciudadana. Sin embargo, las decisiones políticas rara vez pueden dejarse, exclusivamente, en manos de las personas expertas en la materia de que se trate, sino que todas las decisiones están sujetas a intereses y a valores sociales que deben tenerse en cuenta, también, en el proceso de toma de decisión. La cuestión es cómo traducir el conocimiento técnico mediante formulaciones asequibles para la mayoría de las personas involucradas en el proceso de participación o que forman parte de los grupos de interés afectados por la decisión o decisiones a adoptar.

También se ha señalado en el grupo que la falta de competencia o de capacidad es, a veces, una barrera autoimpuesta: «¿Que voy a decir y que no entiendo nada de eso?». Y en este punto se ha destacado la función pedagógica como un aspecto importante de los procesos de participación.

Sobre las fases de la participación

En la introducción de la jornada, Luis Petrikorena ha explicado que la participación en IREKIA se estructura en las siguientes fases: presentación, debate y conclusiones.

En la primera fase se facilita la información necesaria  (documentos, noticias, vídeos, entrevistas y datos estadísticos de diversas fuentes) para que las personas interesadas conformen su opinión, además de explicar los objetivos del proceso participativo que se llevará a cabo. A continuación, las personas interesadas podrán participar en el debate, opinar, exponer sus argumentos y votar a favor o en contra. Así mismo podrán completar la información incluyendo referencias a otros documentos de interés para el proceso participativo. Las personas y colectivos interesados podrán, en ocasiones, modificar los borradores de los propio textos propuestos como resultado de las iniciativas objeto de participación, a través una herramienta específica, sencilla y ágil. Y, finalmente, las conclusiones del debate y el documento final que, en su caso se apruebe o se remita al órgano competente, estarán al alcance de todas las personas interesadas en Irekia.

Por otra parte, también es interesante analizar en qué fases del ciclo de gestión de las políticas públicas es más necesaria la participación. Hay dos momentos en los que la participación siempre es necesaria, que son el diseño y la evaluación de la política. En el diseño, para tener en cuenta los intereses y los puntos de vista diversos de todas las personas interesadas. Y en la evaluación, desde la perspectiva de la rendición de cuentas, ya que la ciudadanía tiene derecho a conocer los resultados y el grado de cumplimiento de los objetivos que se habían formulado. Dependiendo del tipo de política o servicio público de que se trate, la participación ciudadana puede tener sentido, también, en la fase de ejecución o gestión, como sucede, por ejemplo, en el sistema educativo a través de los Consejos escolares, en los que participan todos los estamentos que forman parte de la comunidad educativa.

El Modelo LUDO, de Alberto Ortiz de Zarate, me parece una referencia obligada para ilustrar el gobierno abierto desde la perspectiva del ciclo de las políticas públicas.

Sobre la agilidad de los procesos participativos

Se ha debatido sobre el riesgo de que la participación burocratice y haga aún más lento el funcionamiento de las instituciones públicas. Evidentemente, la participación necesita tiempo y recursos, pero muchas veces el esfuerzo realizado en la fase de participación puede ser una buena inversión para facilitar la ejecución y la puesta en marcha de las políticas, al anticipar y evitar problemas posteriores. Haber tenido en cuenta los diversos intereses y puntos de vista involucrados en la política o el proyecto de que se trate puede suponer a la larga ahorros muy superiores a los costes de la participación, sin olvidar el plus de legitimidad democrática que aporta la participación de la ciudadanía en cualquier asunto público.

Sobre la utilidad de las redes sociales en la participación

En los tiempos que vivimos, la presencia de las redes sociales y de Internet, en general, en prácticamente cualquier aspecto de la vida es una realidad insoslayable. La cuestión no es, por tanto, redes sociales sí o no, hablando de la participación, sino redes sociales cómo, para qué y, en su caso, con quiénes. Las redes sociales no eliminan la necesidad del contacto directo o de la participación presencial, pero son una herramienta muy potente también al servicio de la participación.

Cierro este punto con una buena referencia sobre la cuestión: Los 10 artículos imprescindibles sobre redes sociales en las Administraciones Públicas.

Espero que estas notas sirvan de aperitivo para hacerse una idea sobre lo que ha dado de sí la jornada de hoy, hasta que se publiquen las conclusiones «oficiales» que, a buen seguro, serán mucho más completas y más elaboradas.

Mi propósito es, sobre todo, contribuir a mantener vivo el debate sobre la participación ciudadana, en general, y sobre el proceso de elaboración del ‘Libro Blanco de Democracia y Participación Ciudadana para Euskadi’, en particular.