Administraciones en red

Típico post de sábado. Ayer vino a cenar unas fresquísimas lubinetas del Cantábrico mi amigo El Aventurero, funcionario de pro y dueño de un sinfín de habilidades, casi todas ellas antípodas de las que se exigen en los currículos. Una de las más señaladas es la de dibujante e ilustrador, oficio que desempeña desde la cuna, con tanta gracia que cuenta con una pequeña multitud de seguidores, entre los que me cuento.

El Aventurero cuando viaja no lleva cámara de fotos, sino cuaderno y rotulador, con los que produce unos cuadernos de viaje encantadores. Ahora ha dado un paso digital y está colgando sus dibujos y textos en un blog, de título chiripitifláutico: «Viajes Morrocotudos«.

No es un blog de la cosa pública, pero a veces no puede disimular su condición de funcionario, como en este divertido post sobre la administración siciliana, del que dejo aquí un párrafo:

En una sociedad como la siciliana los lazos familiares son de una relevancia trascendental. Por ello, a nadie extraña que en el acceso a la condición de funcionario publico se valoren sobre todo las relaciones de fraternidad y consanguinidad, en detrimento de otros criterios de selección, como la igualdad, mérito y capacidad.