Mungia, municipio Cittaslow clandestino
Tanto el movimiento Slow Food, como su derivado Cittaslow, son iniciativas italianas que han conseguido colonizar otros países aquejados por el stress del competitivo primer mundo. Cittaslow pretende impulsar un modelo de municipio vivible y sostenible, donde se promocione la calidad de vida y el mantenimiento de la cultura local, contra la tendencia a una homogeneización a la americana. Por su origen, la gastronomía ocupa un lugar importante, pero es la suma de otros muchos compromisos los que permiten que un municipio sea aceptado como miembro del club Cittaslow.
Una gran noticia, a mi entender. Sin embargo, parece que Mungia se hubiera adherido a la francmasonería. Es casi imposible encontrar un medio en Internet que ofrezca esta noticia.
La web municipal de Mungia no cuenta nada. Se ve que la administración local se ha contagiado del espíritu slow. Los propios mungiarras no deben de tenerlo claro. Consultadas mis fuentes, habitualmente bien informadas, me han contestado con un vago «sí, sí, algo de eso he oído«. Si la noticia no es falsa, sois el primer municipio de España que consigue ser admitido, por delante de otros tres del Ampurdán que también han solicitado la entrada. ¿Dónde está ese orgullo?
En fin, esperaré a que terminen las ferias y romerías del verano para ver si nos informan mejor. Y ya, de paso, otra pregunta: ¿qué ha pasado con Olentzeroren Etxea? ¿Ya está abierta? Estoy deseando llevar a mis niños.
Y recordad: la prisa es el antónimo del cariño.
Ayer fui a comprobar qué ha pasado con Olentzeroaren Etxea. Todavía está en construcción. Paciencia. En cuanto a lo slow de Mungia, la única referencia son unos carteles donde piden a los conductores que vayan despacito.