renfe: ni empresa, ni pública
Como empresa moderna que quiere ser, renfe -ellos mismos se han quitado las mayúsculas- destaca en la portada de su sitio web los principios que constituyen su estrategia de responsabilidad social. Dicen esto: “Bajo la denominación ‘Un tren de valores’, renfe centra sus esfuerzos en cuatro compromisos: compromiso con la sociedad, compromiso de sostenibilidad, compromiso con la cultura y compromiso ético”. Se ve que la lista de valores se la encargaron a algún consultor externo, porque ni la conocen, ni la practican.
Pero, ¿de qué me estoy quejando exactamente? ¿Tenéis diez minutos para leer sin prisa?
Nuestros activos tecnócratas, entre tanto, redimensionaron la red de ferrocarriles, dejando sólo las líneas radiales y la unión entre las ciudades más importantes. Al tiempo, potenciaron el servicio de cercanías, que sigue siendo el más rentable de los que tienen. Pero el grueso de los esfuerzos, de las inversiones y de la propaganda se fue hacia el tren de alta velocidad, la joya de la corona.
Los trenes de alta velocidad, incluso los más exitosos, no son rentables. Son, junto con el avión, el transporte que más combustible consume por pasajero. Sólo unen, además, las capitales de las provincias. Pero no vengo aquí a hablar en contra de esto, sino de algo más básico, más humilde, más sangrante.
Entre los servicios que sobrevivieron a la poda, los bilbaínos contábamos con dos utilísimos. Me refiero a los trenes nocturnos –los Estrella– entre Bilbao-Málaga y Bilbao-Alicante, en los que se ofrecía la posibilidad de llevar el coche en un vagón especial. ¿Cómo eran los dos primeros principios del ideario de renfe? “Compromiso con la sociedad, compromiso de sostenibilidad”. Ambos se encarnan en servicios como éstos. Contribuyen a que las personas que prefieren usar un transporte público, pero que necesitan su coche en el punto de destino, puedan viajar con tranquilidad.
Ahora, sin previa explicación, han eliminado tanto el Bilbao-Alicante como el Bilbao-Málaga. Ya no es posible llevar el coche en el tren, desde Bilbao. No hay alternativa. ¿Cuál es la razón?
Veamos. El usuario típico pueden ser tanto una familia con niños pequeños, o un matrimonio de jubilados, sin excluir otros viajeros. Habitualmente, contratábamos billetes de ida y vuelta en unas minicabinitas con dos camas de 80 cms., más el transporte del coche. Los vagones eran muy viejos. Hace décadas que estaban amortizados. El billete no era nada barato: hace un año pagué más de 500 euros por transportar el coche, y a mi familia en una minicabinita, a Alicante. Sin embargo, la demanda era tan alta que la única forma de conseguir plaza era reservarla por teléfono el mismo día en que se abría la posibilidad, justo dos meses antes de la fecha del billete. El Bilbao-Alicante viajaba de noche y tardaba quince horas, porque daba prioridad a todos los demás trenes.
En resumen, no creo que renfe, ni ninguna otra compañía del primer mundo, haya tenido jamás un servicio tan rentable como éste. Incomprensiblemente, su política ha sido ir reduciéndolo hasta dejarlo sólo un día a la semana. Finalmente, lo ha eliminado. ¿Quién toma estas decisiones? ¿Qué cifras maneja? ¿En nombre de qué principios de gestión? Yo sospecho que a estos gestores les da pereza gestionar todo lo que no sean AVEs. El simple objetivo de proporcionar a la ciudadanía servicios que son útiles y rentables les parece aburrido y poco atractivo. Son como esos nuevos ricos que ya no saben cenar huevos fritos con patatas.
Estoy convencido de que una empresa privada jamás hubiera abandonado a un segmento de clientela que se ha mostrado tan fiel y tan conformista. No hubiera reducido el servicio, sino que lo hubiera potenciado. Y no hubiera perdido la oportunidad de colocarse las medallas de empresa ecológica, social, sostenible, responsable…
Yo pienso, por ejemplo, en esos jubilados con segunda vivienda en Santa Pola o en Torremolinos y con los reflejos seriamente disminuidos por la edad y por un viaje excesivo. ¿Cuántos accidentes se han evitado, cuántos se podrían evitar y cuántos van a dejar de evitar?
En todo lo que rodea a renfe, el fatalismo me acompaña. Si con EuskoTren creo que merece la pena iniciar una campaña para cambiar las cosas, con éstos no creo que haya nada que hacer. Renfe es una vergüenza para los que creemos en los servicios públicos. Es una empresa ciega, sorda, insensible, sin personalidad, chabacana, definitivamente inútil.
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Jon, mi problema tiene que ver con la posibilidad de llevar el coche en el tren. ¿Han vuelto a dar el servicio? Creo que no. Por lo demás, es cierto que el trazado de las vías desde Bilbao a la Meseta es un despropósito. En su día la UCD tenía una buena propuesta: el túnel de Barazar.
estoy totalmente de acuerudo con todo lo que abeis dicho, lo unico querria apuntar queel servicio ferriviario entre bilbao y malaga ya esta en servicio, aunque ni me imagino cuantas horas tardara y tampoco quiero ni saber lo incomodo que sera, yo viajo normalemente una vez al año a salamanca(ida y vuelta) y los vagones creo que el mas joven es de antes de los años 80 si es que no lo es de lso 70.respecto al tren bilbao-caceres jamas e sabido de su existencia,sera por el tiempo que ace que no existe,de todas formas ,y poniendome en el lado del diablo,aunque no mucho, una gran parte del probelma de conexiones ferroviarias de bilbao con el resto de la peninsula esta en que la red,es decir las vias que salen de bilbao, en vez de unirsa con la linea de la frontera francesa en vitoria y acerlo en miranda de ebro impide e imposibilita mucho las conexiones nacionales de trenes
Pues sí, amigos. Si pidiéramos a la gente que fuera dejando en un wiki las demandas no satisfechas con renfe, deberíamos pedir alojamiento dedicado, por el volumen de transacciones que habría. No sirven para nada.
Es una pena la privatización encubierta que están realizando con los mejores servicios, a base de vaciarlos de calidad. En mi caso, por ejemplo, me asombré en su día de que no haya un tren directo nocturno entre Bilbao y Cáceres, al menos en verano. Sería una gran alternativa al Alsa para muchas personas, pero… Cuando en lo público entran en juego el afán por la eficiencia (presunta) y la reducción de gastos, todo son pérdidas, para el cliente / usuario, que siempre paga el pato.Más servicios públicos de calidad, por favor.
Qué bien dicho! Yo abogo, sin ninguna duda, por la privatizacion de Renfe. Se supone que la única razón por la que permanece en manos estatales es porque, en caso contrario, eliminaría ciertos servicios sociales. Y eso es precisamente lo que está haciendo.Soy usuario diario de Renfe Cercanías y el servicio es carísimo. Para que te hagas una idea, un viaje de 5 minutos (Portugalete-Barakaldo) me cuesta más de un euro. Lo he calculado y me sale más barato ir en coche. Así nos va…