31 de marzo: todos al Guggenheim
31 de marzo. Hoy es el día de la presentación en Bilbao del «manual de uso del blog en la empresa«.
Como veréis, hemos querido que sea un acto un poco diferente, poco tecnológico y alejado de la pompa y circunstancia, gracias a la participación de Genís Roca, Sergio Monge, Loretahúr, Jorge de la Herrán y los inquietantes M&M (Marcos y Marta) de Agoranet (no es perdáis el Enigma de la Docena) . No hago ningún chiste si digo que la parte más importante será la última, cuando podremos mezclarnos y hablar todos juntos agitados por la música de DJ Chile Logela y las imágenes 3D de Philippe. Conversad, hasta que no queden bebidas con las que lubricar las lenguas.
Espero ver a muchos amigos por ahí. Y, al resto, sentiros en la distancia.
Por cierto, aún estáis a tiempo de apuntaros.
Ilustrar, deleitando: Enhorabuena. Me ha gustado mucho, tanto el contenido como el continente de la presentación del libro.
A destacar, sin demérito para lo demás, la aportación de Genis Roca.
gracias… gracias… estoy exhausto, cuando me recupere postearé mis impresiones
Enhorabuena por el éxito de la convocatoria. Conseguistéis reunir gente de pelaje muy diverso (corbata, sin corbata, con bastón, camisetas de spiderman, gafas cuadradas, gafas redondas, lentillas, etc.) no es fácil. Y gracias por el esfuerzo de organizar el acto, y la generosidad de entregar un ejemplar del libro. Hasta otra.
Ya se ve que las colas en Bilbao son más grandes que en otros sitios y más si son …. ¡en el Guggenheim de Bilbao!
Os mando un fuerte abrazo.
Grabalo por Dios, que lo grabe alguien y lo cuelgue. Mucha suerte
¡Es cierto! Pensaba que la foto era una webcam con refresco. Acabo de pasar por la puerta y está en la cola hasta el Puppy que hoy libra.
Bebe mucha agua, o lo que sea, para que no te de un calambre en la muñeca de tanto firmar autógrafos.
Oye, pues he estado a punto de ir. Pero al final este fin de semana no he ido a Bilbao.
Pasadlo bien
¡Cielos, ya han comenzado las colas! Habrá que ir pronto, antes de que se acaben los canapés. Y, por supuesto, los ejemplares del libro, si es que aun queda alguien que no lo tenga. Nos vemos.