Las capacidades internas de las organizaciones públicas
En este blog hemos apoyado la Declaración abierta sobre los servicios públicos que se va a presentar próximamente con ocasión de la Conferencia Interministerial de Malmö. Y también hemos traído al blog la polémica surgida en torno a las críticas de Andrea di Maio, que reclama un espacio para los trabajadores públicos en la Declaración.
Veo ahora que Andrés Nin Pérez se ha animado a dar forma a ese cuarto principio que algunos echamos en falta en esa Declaración abierta sobre los servicios públicos:
«Administraciones Públicas Inteligentes, la colaboración entre organizaciones públicas y empleados públicos más activos son piedras angulares en la construcción de los servicios públicos. Una mayor fluidez en las relaciones e intercambio de la información entre las organizaciones, permitirá construir servicios públicos más adaptados a las necesidades de la sociedad y que impliquen menos cargas administrativas sobre los ciudadanos. Es necesario para ello, aprovechar y mejorar las capacidades internas de las organizaciones públicas haciendo uso más eficiente y eficaz de los empleados públicos, cambiando sus modos de trabajar a través de las herramientas que permiten una mayor contacto de los mismos con los ciudadanos a los que sirven».
Comparto la idea, aunque no me parece afortunada la expresión de hacer uso de los empleados públicos, por muy eficiente y eficaz que sea ese uso.
Absolutamente, hay un gran potencial transformador en las capacidades de los profesionales públicos. Y el despliegue de esas capacidades tiene una vertiente de «empoderamiento» y otra de «emancipación».
¡Trabajadores públicos del mundo, uníos!
Podemos ir perfilando la nueva versión de la Declaración para la próxima conferencia.
Y de paso estaría bien concretar fórmulas para llevar a la práctica estas Declaraciones.
¿Le damos una vuelta?
Muchas gracias por la mención, Iñaki. Ciertamente, Jose Ignacio, me parece mejor tu formula. No obstante, creo que hemos llegado tarde y veo que es difícil que los promotres de la Declaración incluyan este principio a estas alturas.
Quizás el lenguaje no sea el más afortunado. Yo propondría sustituir el párrafo en negrita por: «aprovechar y potenciar el talento, el compromiso y la creatividad de los empleados públicos para mejorar significativamente las capacidades internas de las organizaciones públicas que de esta manera desempeñarán su función de manera más eficaz y eficiente».
Pero más allá de una u otra forma suscribo el sentido general de esta propuesta y creo que refuerza una de por sí estimulante y ambiciosa declaración.