Administraciones en red

Hace ya bastante tiempo creo que leí algo al respecto. No es tanto que el anuncio fuera prohibido, sino que en España no se le concedió una categoría especial de «mensaje humanitario de interés general» (o algo así) y por tanto el anuncio no quedó exonerado de pagar el coste total de su emisión.
Tenemos así una «censura» sutil, de las que normalmente se aplican allá donde funciona sin cortapisas el «libre mercado» maravilloso ése que equipara la noción de «libertad de prensa» a la idea de que los grandes actores empresariales puedan crear con libertad sus respetivos grupos mediáticos para que transmitan sus mensajes. Vaya, que si quieres emitir… ten recursos; y si no tienes recursos… mediáticamente no existes.
Teniendo en cuenta que la supuesta «prohibición» ha servido para que el anuncio se difunda horrores a través de internet… creo que al final la cosa quedó equilibrada. AI: 1, Statu quo: 1.
Interesante, sobre estos temas, el libro «Desinformación. Cómo los medios nos ocultan el mundo» de Pascual Serrano

Muy bueno. Lo reproduzco también en mi blog.