Educación 2 – Blogak 0


Educación 2.0Llega la mesa más esperada: educación 2.0. La componen tres aprendices (Lorena, Julen y Josu) y Óscar, de Pamplona.

Empieza Óscar. Parte del concepto de aprendizaje: la cosa es conseguir que los alumnos aprendan. Como se aprende haciendo, el curso consiste en elaborar un proyecto. Usa un wiki como herramienta idónea para múltiples fines: construir el propio proyecto, trabajar en equipo, controlar el rendimiento y el aprendizaje individual.

Josu trabaja en la formación profesional. Comienza reconociendo que la FP no está dando los resultados que debiera. Dice así: «habéis dicho que damos clase, como si las repartiéramos: ese es el punto que hay que cambiar para llegar a la educación 2.0». Parece que la clave está en aprender y compartir, y en mover al alumnado.

Pegas: a los alumnos no les gusta la transparencia. ¿Por qué? Está claro: porque son adolescentes.

Josu dice que wikis y blogs no lo son todo. Hay otras tecnologías a emplear y mucho que investigar en trabajo colaborativo. Un buen punto es montar grupos de trabajo entre centros, no sólo dentro de un aula, usando, por ejemplo, videoconferencias.

Julen comienza poniendo encima la mesa el problema de la participación. El alumno es un ser resistente, que tiene claro que el profesor es un enemigo. ¿Cómo generar confianza, incluso complicidad?

El uso de tecnología no es un problema para los alumnos: en general, son tecnohábiles. Pero conseguir que participen, es todo un reto. Especialmente cuando descubren que todo lo que hacen en Moodle deja huella. Por lo tanto el profesor -el enemigo- va a saber si trabajo bien o no. ¿Cómo pasar ese enfoque de negativo a positivo?

Para empezar, es difícil el cambio, cuando los colegios parecen cárceles, como ya hizo notar Michel Foucault.

Lorena pregunta si las herramientas 2.0 ayudan a crear comunidad en la clase o si generan frialdad.

Oscar aclara que la gente va a clase para estar con sus colegas y para ligar, no para atender al profesor. A partir de ahí, es difícil la participación a base de zanahorias. Sólo funciona con el palo detrás, que se traduce en «esto entra para nota».

Un buen punto: el alumno puede enseñar al profesor. Probablemente, si se hiciera así, aprenderían además a ser mejores alumnos.

Otra idea: en la red hay mucho conocimiento, que los alumnos usan, y que puede contradecir al profesor, para bien y para mal.

Por cierto, como veis me he saltado la mesa sobre televisión 2.0. Me remito a la crónica de Cristian, la mitad más morena de Bottup.

Technorati tags |

  1. 08/07/2007 a las 10:40

    No pude ir pero el resumen me ha resultado muy útil, a mí también es la mesa que más me interesa siempre en todos los congresos. Gracias.

  2. 29/05/2007 a las 06:45

    El tiempo disponible no daba para mucho más, Javier, pero yo también hubiera disfrutado con un enfoque más pegado a la didáctica que a las herramientas tecnológicas. Por ejemplo, conozco algún docente que se salta el currículo formativo para introducir otras dinámicas de aprendizaje más interesantes, pero que no hace uso de la tecnología. Tal vez tengamos una ocasión futura de provocar un diálogo entre gente como él y nuestros enseñantes 2.0.

  3. Javier Lobato
    29/05/2007 a las 01:08

    Para mi también era una de las mesas más esperadas, sobre todo porque iba con la expectativa de ver las posibilidades que nos aportan las herramientas 2.0 para trascender el tiempo y el espacio en el proceso educativo, en sentido amplio, no como el proceso que se da entre «alumnado-profesorado» en el estricto marco del aula y en el contexto de la formación formal y reglada.
    Eché en falta un abordaje del proceso educativo desde una concepción más abierta (precisamente lo que nos puede aportar el «2.0»), donde el alumnado no sea exclusivamente quien se encuentra en un determinado espacio en un momento concreto, sino que esté a disposición de quien tenga interés por acceder a las materias y los saberes.
    Pienso en el aprendizaje que se puede dar en una determinada comunidad, ligada a sus propios procesos de desarrollo comunitario, por ejemplo, y cómo todo esto puede contribuir a mejorar su nivel competencial, no tanto de materias académicas, sino de habilidades y destrezas para descubrir nuevas maneras de hacer las cosas, otras formas de resolver los problemas,… con lo que aprender a «saber hacer» para «hacer saber»,…ese núcleo intangible del capital social y las ciudades creativas.
    Me parece que se perdió la oportunidad de hacer alguna valoración sobre las aportaciones que a este nivel nos pueden aportar propuestas como sclipo.com (ganador del premio de las jornadas) y cómo pueden contribuir a aumentar el nivel de competencias que, aún sin provenir del ámbito formal y académico, ya están empezando a tenerse en cuenta en el currículum profesional.
    Otro tema que hubiera sido interesante abordar en esa línea del 2.0 es cómo todo ese saber, hasta ahora encerrado en las urnas de los centros académicos, puede salir de ahí, implicarse de pleno en la sociedad y contribuir a provocar cambios en diferentes dimensiones sociales y no esté sólo orientado hacia el mantenimiento del modelo productivo. Algo en línea a lo que propone el modelo de «Aprendizaje – servicio» ( http://www.me.gov.ar/edusol/as.html) .
    En resumen, creo que el debate se centró demasiado en la «tecnología 2.0» y no tanto en el concepto 2.0 como tal aplicado al aprendizaje.
    No obstante es de agradecer la presencia física de Lorena, Oscar, Julen y Josu que tanto nos alimentan día a día con sus ricas reflexiones blogeras.

  4. 25/05/2007 a las 08:15

    Resulta que tendrá que llegar el día en que nos organicemos respecto al asunto de la participación, ¿no? Y van…

  1. No trackbacks yet.

Deja un comentario