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Sobre el poder de las redes


David de UgartePor si alguien no lo sabe, «El poder de las redes» es el libro que David de Ugarte ha entregado recientemente al Dominio Público. Se puede descargar de la red y en Argentina se han editado 25.000 ejemplares en papel. Quiero tener uno en mi biblioteca.

Hay veces, cuando escucho o leo algunas cosas, que tengo la impresión de que eso es precisamente lo que yo estaba pensando pero no era capaz de expresar con esa claridad. Esa ha sido exactamente la sensación que he tenido al leer este libro. David de Ugarte conceptualiza con claridad y elegancia ideas que yo no sólo pienso (o balbuceo), sino que las llevo a la práctica día a día en la red, como aquél que escribía en prosa sin saberlo.

Por eso «El poder de las redes» me parece un libro imprescindible para entender de qué va esto de las redes sociales, la blogosfera y la web 2.0, entre otras cosas.

A partir del eslogan «tras toda arquitectura informacional se esconde una estructura de poder«, David construye toda una interpretación de la historia desde la perspectiva de las redes.

Como puede verse en la siguiente ilustración de Paul Baran, hay tres formas de organizar una red: centralizada, descentralizada y distribuida.

Arquitectura de las redes

Pues bien, estamos pasando de un mundo en el que la información se distribuye de forma descentralizada a otro en el que comienza a hacerlo en una red distribuida.

Es imposible, en los límites de un post, incluso enumerar las consecuencias de este cambio en la estructura de la información, pero intentaré al menos ofrecer algunas pinceladas de las numerosas ideas que David aporta en su libro.

El modelo de red descentralizada es el que ha dado lugar a la articulación del poder que ahora conocemos, basado en niveles jerárquicos territoriales y sistemas políticos representativos (democráticos).

En esta estructura los nodos del sistema filtran la información que se distribuye a través de la red y, por tanto, concentran el poder.

Por el contrario, la red distribuida es una red de iguales, en las que cada nodo decide sobre si mismo, pero no puede decidir sobre los demás. Aquí la toma de decisiones no es binaria, de «sí» o «no», sino «en mayor o menor medida». Alguien propone y se suma quien quiere.

Este sistema se llama pluriarquía y en él, a diferencia de la democracia, la mayoría no decide sobre la minoría.

En las redes distribuidas surgen los netócratas, que no pueden tomar decisiones pero influyen con sus opiniones, por su trayectoria, prestigio y valores.

La lógica de las redes distribuidas llevada al ámbito de la información ha dado lugar a la blogosfera, que es el primer gran medio de comunicación distribuido de la historia. La blogosfera elimina la separación emisor/receptor y en ella no hay nodos con capacidad de filtro, sino que la desaparición de un nodo o de varios no frena el acceso a la información.

En la blogosfera la información es aportada por los propios protagonistas y a través de la red todo el mundo puede acceder a las fuentes. Lo importante ahora es la deliberación y el análisis, es decir, el componente deliberativo.

Bajo la emergencia de las redes distribuidas se dibuja un mundo de fronteras difuminadas sin mediadores profesionalizados y «necesarios», sin élites filtradoras «insustituibles». La blogosfera adelanta características que lo serán de las nuevas formas de organización política pluriárquica.

En este contexto surgen servicios que generan formas de comunicación distribuida, a los que David denomina Mumis. Su ejemplo favorito es del.icio.us network que permite a cada usuario obtener una agregación diferente de contenidos sobre la base de las elecciones de los demás usuarios.

David nos da una visión bella y casi poética del discurso ciberactivista como una lírica:

«La lírica, entendida como la forma de proyectar opciones de futuro desde lo que se vive, se siente, se disfruta y se hace en el presente, no es sino la representación en relato de un ethos particular, de una manera de vivir que se plantea como opción entre otras, que no busca anular el campo a las otras ni negarlas. La lírica invita a sumarse sin diluirse, busca la conversación, no la adhesión. Se trata de una opción ética frente a la dimensión excluyente, sacrificial y de confrontación que irremediablemente plantea la épica».

David define las contextopedias como espacios personales o corporativos dedicados a definir conceptos, conclusiones y debates cerrados. Y propone una enciclopedia distribuida, como red de contextopedias, frente a la Wikipedia, como enciclopedia única. En su opinión, no existe la enciclopedia ideal que pretende ser la Wikipedia.

Son interesantes, también, las reflexiones de David sobre la Web 2.0. En ella la producción se atomiza y pasa a los usuarios, pero bajo la etiqueta 2.0 se ocultan distribuciones de poder antagónicas. Hay mumis, como Flickr o Youtube que permiten que cualquiera acceda a cualquier cosa, dejando la soberanía de la selección en manos de los usuarios. Pero hay otros servicios que ofrecen un resultado único para todos, reservándose para sí la capacidad de filtro, como, por ejemplo, la Wikipedia o Digg y todos sus clones.

David apuesta por una web 2.1 basada en servicios distribuidos que permitan su agregación por parte del usuario, su transformación, su redistribución a través de sus redes personales y su difusión mediante la integración en su propio blog.

Estos servicios convierten los principios de la ética hacker –la lógica y la práctica del bricolaje digital– en el sustento de un entorno colaborativo en el que todos los usuarios comparten y transforman contenidos propios y ajenos. Por eso son generadores de abundancia: cada usuario realiza su propia síntesis, su propio bricolaje para obtener un output personalizado al que él mismo aporta. Y por eso también requieren formas de propiedad intelectual no restrictivas, cuando no directamente el dominio público.

Para David, el mundo que empieza, el de la Web 2.1, es definitivamente un mundo en el que todo lo descrito en este libro se materializará en más y más potencia para las personas y las redes de las que formen parte.

Todo esto implica pensar en las relaciones sociales, en la dialéctica de la interlocución con otros, de una manera completamente nueva, una manera en la que hay un número indeterminado de agentes activos, de posiciones, de identidades. Vivir y comunicar en red supone previamente aceptar y vivir en diversidad.

De alguna manera llegar a la red es ser exploradores en un nuevo mundo, al que no cabe aproximarse desde la lógica de conquista, la explotación o la ocupación. El mundo de los certeros conquistadores deja paso a un futuro de cartógrafos de lo movedizo.

De todo esto y de muchas más cosas habla David de Ugarte en «El poder de las redes». Os recomiendo que lo degustéis por vosotros mismos. No os arrepentiréis.

  1. victoria rousselle
    23/10/2007 a las 14:50

    soy estudiante d ela facultad de ciencias politicas de la carrera de sociologia de la universidad nacional de cuyo, y estoy haciendo un trabajo cuyo tema es «las redes como medio de propaganda politica» y necesito realizar una entrevista virtual, en el caso de poder ayudarme mandarme un mail, y yo les mando la entrevista virtual, desde ya muchas gracias (tolyta27@hotmail.com)

  2. 19/09/2007 a las 22:23

    La verdad es que ha sido un trabajo de bricolaje, un copy-paste de trocitos de texto sacados de distintas partes del libro. Pero esa es la Web 2.1, utilizando también tus palabras: «la web del bricoleur«.
    Hice el resumen después de esa segunda lectura «con lupa y sosiego» que recomienda Juan Urrutia en el Prólogo. Fue un placer hacerlo porque había disfrutado mucho con la lectura del libro y, desde luego, me halaga contar con la bendición del autor ;-).
    ¡Y encima, con premio!. Me conformaré con una dedicatoria sencilla ;-).
    ¡Ánimo, David, a seguir explorando las redes, que necesitamos buenos cartógrafos de lo movedizo!

  3. 19/09/2007 a las 20:51

    Ah! Se me olvidaba, envíame por favor un mail con tu dirección para que te mande un ejemplar de la edición argentina.

  4. 19/09/2007 a las 20:50

    Gran post de resumen. La verdad es que es el mejor resumen que he leído del libro. Yo no podría hacer un resumen mejor, desde luego.
    Muchísimas gracias!
    David

  5. 19/09/2007 a las 18:29

    Me parece un libro estupendo, al menos su índice. Ya os contaré cuando lo lea.
    Por cierto, acabo de publicitarlo en mi Blog que dedico a la Administración Tributaria electrónica (http://bartolomeborrego.wordpress.com/2007/09/19/el-poder-de-las-redes) para contibuir a su difusión.

  6. 19/09/2007 a las 10:34

    Está en la lista.

  7. 19/09/2007 a las 08:03

    ¡David es grande e Iñaki su profeta!
    Pues nada, habrá que leerlo.

  1. 21/01/2012 a las 20:04

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