Una Administración garantista, pero eficaz
Tampoco es cierto que cunda un desánimo paralizante. Como en cualquier gran organización, como en cualquier pequeño pueblo, como en botica, hay de todo. Hay servicios donde el ambiente es irrespirable y otros donde se mezclan risas y actividad intensa.
La principal diferencia entre la prestación pública y privada de un servicio estriba en que todos los detalles de la actividad pública están sujetos a procedimientos de control, mientras que una empresa puede comprar, contratar y despedir personal, decidir cambiar sus estándares de servicio… con cierta libertad. Probablemente, muchos estaremos de acuerdo con que la Administración debe ser garantista. Sí, pero ¿hasta qué punto?
Aunque las empresas industriales en algunos sectores (automoción, aeronaútica…) están sometidas a medidas extremadas de control de calidad, no someten cada pieza producida a la inspección visual de varias oficinas. Y no se hace así porque no saldría rentable. En su lugar, se emplean sistemas de prevención, controles automatizados o controles muestrales. ¿Por qué no hacemos esto en la Administración?
No hace tanto tuve que echar atrás la factura de un proveedor porque, por un error al calcular el IVA, nos cobraba un céntimo de euro de más. En ese proceso de rechazo participamos no menos de tres personas, más otras tantas de la empresa proveedora. Así, a nadie sorprenderá que a los gestores impacientes les tiente la idea de trasvasar la actividad de la Administración a empresas y sociedades de titularidad más o menos pública. Pueden hacer más con menos pegas. Pero ese atajo no está exento de peligros.
Queremos una Administración eficaz y garantista. Queremos las dos cosas. Merece la pena replantearse todos los procedimientos de control desde el punto de vista de su rentabilidad. Quisiera conocer a un consultor que sea capaz de traducir los sistemas de control de calidad de la industria a procedimientos de control público ágiles y fiables. Vamos a ahorrar miles de horas de trabajo y, más importante, vamos a dar respuesta rápida a la ciudadanía.
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No aburres, Casimiro. Ni mucho menos. Aquí nos interesa todo lo que tiene que ver con la Administración pública y, sobre todo, con mejorarla. Como es el caso vuestro, con el propósito que entiendo tenéis de profesionalizar un ámbito de actuación tan importante como es el de la comunicación institucional.Seguro que abordaremos el tema en mensajes posteriores, porque estamos convencidos que en este ámbito de la comunicación la Administración digital tiene mucho que aportar. Los ciudadanos nos merecemos mucha más información que la mera propaganda que muchas veces estamos acostumbrados a recibir, y los profesionales de la comunicación institucional os merecéis realizar un trabajo que aporte valor a la ciudadanía, comunicando las actuaciones públicas desde el momento de su planificación hasta la rendición de cuentas por los resultados obtenidos.Un saludo.
No entro en el debate que os tiene tan atareados, sólo quiero decir que el post me permite dejar el comentario sobre la situación de los periodistas de la Administración Pública. ¿Nos averganzamos de decir que trabajamos para la administración?. Esta pregunta es recurrente en el colectivo de periodistas, sobre todo cuando tienes que estar en el otro lado, en el de los medios. Permitirme decir que hay un colectivo de profesionales de la comunicación institucional (periodistas) que intentan día a día dignificar su trabajo ante la Administración.Nuestra labor es dura: entre medias de la comunicación institucional y la política, entre el derecho que tiene el ciudadano a recibir información de las instituciones públicas y el mensaje político de los que han sido elegidos como gestores de la cosa pública.No aburro más. podeis ir y comprobarlo en el blog comunicación institucionalUn saludo
Parece claro, como se explica en el documento de Koldo Echebarria que citas en tu comentario, que hay diferencias importantes entre la gestión privada y la gestión pública.De todas formas, este es un debate de hace más de 10 años. Ahora se escribe poco sobre ello. Si te fijas en las referencias bibliográficas del documento, la mayoría son de los 80 y la más nueva del 93 (si no se me ha pasado alguna).La Administración digital (el eGovernment) ha venido a sustituir, en buena parte, todas las teorías de la reforma, la modernización, la NGP, etc. Y creo que esto supone un enfoque parcial, pero es lo que veo en la literatura y en la multiples jornadas que se organizan sobre el tema.Pienso que el acierto es conseguir aprovechar el impulso que tiene la Administración digital (que es mucho, porque la historia de internet está en la cresta de la ola) para insertarlo en un proceso de transformación de las Administraciones que tenga en cuenta, no sólo el aspecto tecnológico, sino todo lo que hay a su alrededor: los ciudadanos, los funcionarios, los procesos, los políticos, la organización, la legislación, etc.Y esto es, en definitiva, a lo que nos dedicamos en este blog, a poner el foco en todas esas cosas que están alrededor de la tecnología y que, muchas veces, no se tienen lo suficientemente en cuenta en los proyectos de eGovernment.Por supuesto, el tema de las Agencias también nos interesa mucho. Hay que estar atentos a todas las experiencias que pretendan cambiar las formas de organización y de funcionamiento de la Administración pública. Aunque, si te fijas, la orientación que le están dando es hacia un tipo de organismos y servicios muy específico. Pero, bueno, en la medida que tenga elementos positivos, podrá irse extendiendo \»con el tiempo y una caña\» a otros sectores más amplios de la actividad administrativa.
Bueno, trevilu, si he comprendido bien, vienes a decir que la NGP ya ha abierto una línea de solución en la dirección que yo apunto, y esa línea la ha abierto mediante la exportación de conceptos del mundo de la empresa al mundo de la Administración. Estoy en parte de acuerdo, pero yo diría que la NGP lleva muchos años en marcha y no ha sido la panacea. Tal como apuntas, ha descuidado la parte de profundización de la democracia, y no por casualidad, sino porque los modelos de los que parte tienen como base un marketing de servicios donde la meta es satisfacer al cliente, no un modelo de gobernanza donde la meta es realizar los cometidos que la ciudadanía nos encarga. Bueno, habría que explicarlo mejor, pero no me van a dejar mis niños en este momento.Es cierto que la petición que hago en este post encaja con lo que podría haber sido (pero no han llegado) una conquista de la NGP. Pero el modelo de Administración en red que me da vueltas en la cabeza es radicalmente diferente. Toma elementos de ese modelo de Administración relacional del que habla Mentxu, del modelo de empresa Web 2.0, del modelo de empresa emergente, de las \»learning organizations\»… Si haces una excursión por los posts de la categoría modelos verás de qué hablo. Entre tanto, sería un gran avance conseguir eliminar el control inútil y aligerar el control útil.
De eso se trata, Iñaki. En la industria dicen que \»no hay que controlar la calidad, hay que fabricarla\». ¿Cómo se hace eso en nuestro ámbito?
Un matiz. ¿Qué entendemos por garantista? Puestos a garantizar algo, que sea, por ejemplo, una educación de calidad, una sanidad que funcione o el acceso a una vivienda digna.Estoy contigo en que la Administración dedica demasiados recursos a controlar (más que a garantizar) y es un desperdicio porque las cosas (bien o mal) se terminan haciendo igual, sólo que más tarde.Lo malo es que, además, lo que se controlan no son los resultados, sino las formalidades del procedimiento administrativo. Creo que esta filosofía empezó a chirriar en el siglo XX. Espero que en el XXI asistamos al cambio de paradigma y, si puede ser activamente, mejor.
¡Caramba! Así da gusto. Me dejaría partir una pierna por conseguir siempre comentarios como éste. ¡Espera que me lo lea todo y hablamos!