La situación administrativa más absurda del mes
Me ha encantado esta iniciativa. Como bien dice Rafael: “un soplo de aire fresco entre tanta burocracia”. Creo que el humor es un bálsamo en muchas situaciones de la vida y, ¿por qué no?, puede tener también su lugar en los proyectos de modernización y mejora de la Administración. Sino que se lo pregunten a los de humor positivo.
En los comentarios que hemos intercambiado en su blog, decía Rafael: “Somos demasiado serios: no me imagino un sitio así en la Administración General del Estado o en la vasca, por ejemplo”. Yo tampoco me lo imaginaba en Bélgica, y lo han hecho.
Es cierto, estamos acostumbrados a una Administración rígida, hierática, superformalista, distante y, sobre todo, aburrida. ¿No es posible conciliar la seriedad exigible a la Administración en su actuación con unas formas de relación coloquiales, cercanas y, cuando venga a cuento, divertidas?
Por ejemplo, a la hora de “denunciar” las situaciones absurdas que se producen en las administraciones con más frecuencia de la que nos gustaría, el humor nos permite hacerlo de una forma desenfadada, tanto para la persona que ha sufrido la situación, como para el organismo y las personas responsables de que se haya producido.
Además, muchas veces la descripción humorística de una disfunción administrativa, el hecho de caricaturizarla, puede ayudar a comprender mejor lo absurdo de la misma, sobre todo a las personas que, a fuerza de convivir con ella cotidianamente, han llegado a considerarla normal.
Definitivamente, la denuncia de las situaciones administrativas absurdas me parece una excelente aplicación del humor. Eso es, ni más ni menos, lo que ha hecho hoy Julen al relatar en su blog las peripecias que ha vivido para intentar obtener la tarjeta sanitaria europea.
Tengo muchos ejemplos divertidos, creo que los voy a coleccionar a ver si sale un buen libro.
Me parece estupendo lo del humor. no solo se aprende de los proyecos desgraciados tambien se detectan barreras. Siempre mejor ver el lado del absurdo.
Bueno, como me indica Iñaki en Goldmundus, allí explico una situación administrativa absurda de un estado que se \’autobombea\’ (\’trempa\’, decimos en catalán) con el modelo digital de la AEAT.
Claro que sí, Iñaki. Por ahí vamos bien. Ya lo decíamos hace un tiempo: \»se aprende más de los proyectos desgraciados\». Y el humor es un desengrasante universal. Véase, por ejemplo, la influencia que ha tenido por aquí \»Vaya semanita\» para aflojar tensiones.