Administraciones en red

Pues sí, hoy cumplimos un año en la blogosfera. Mientras que algunos insectos viven veinticuatro horas, y un año de vida perruna equivale a siete años humanos, para un olivo veinte años son nada. ¿Cuánto es un año en la blogosfera? Yo diría que es tiempo suficiente para que un blog esté instalado en su plena madurez, todavía sin achaques, pero sin los quebraderos de cabeza adolescentes, quizá con alguna que otra cana y un par de cicatrices, con ciertas manías que se han hecho difíciles de cambiar, con un futuro por delante lo bastante amplio como para no pensar demasiado en la jubilación, en la separación, en la enfermedad y la muerte.

Como los que escribimos esto pertenecemos a la raza humana, la evolución de este blog nos ha resultado vertiginosa, como el descenso de un río de montaña. Parece que fue hace un millón de años cuando empezamos a guardar en favoritos, junto a los sitios web tradicionales, blogs de gente como Enrique Dans o Julen Iturbeormaetxe, y cuando descubrimos a locos maravillosos como Carlos Guadián, Roc Fages, Mentxu Ramilo o Rafael Chamorro, que sentían suficiente entusiasmo por la mejora de la administración como para dedicar buena parte de sus horas libres a reflexionar, escribir y conversar sobre ello.