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Archive for 11/07/2007

Colaboración versus fiscalización

ManosEl post de ayer pretendía transmitir un mensaje claro: que la gestión pública no puede ajustarse miméticamente a unos parámetros preestablecidos y que es necesario que los responsables de la gestión cuenten con un cierto margen de maniobra. La discrecionalidad no sólo no es mala, sino que es imprescindible.

Ello implica que debemos depositar en los gestores públicos el grado de confianza suficiente para que puedan gestionar discrecional y profesionalmente los recursos que tienen asignados para conseguir los mejores resultados posibles.

La lectura del post se puede enfocar desde distintos ángulos, como puede comprobarse leyendo los comentarios recibidos. Hoy quiero poner el foco en el papel de los órganos de control interno.

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