Archivo
Que no nos quiten estos funcionarios
Esta mañana he acompañado mi desayuno con la lectura de dos artículos de prensa, ambos acerca de la función pública. Empieza a crearse una corriente de opinión que plantea la reducción del número de funcionarios al mínimo posible, en la creencia de que la Administración pública va a funcionar mejor y con menos costes. Las evidencias sugieren lo contrario, pero hay muchas personas que no van a dejar que la verdad les estropee una buena lapidación.
En El País he leído a J. A. AUNIÓN / ELENA G. SEVILLANO quienes, bajo el título «¿Quién debe ser funcionario?«, adelantan su propia respuesta: «Los puestos vitalicios en la Administración están cada vez más cuestionados / Algunas profesiones requieren esa seguridad, pero no es necesaria en todas.» Estas conclusiones no son evidentes en el desarrollo del artículo, sino que muestran el prejuicio de los autores.
Por lo demás, el artículo es digno y recoge opiniones a favor y en contra. Entre los que quieren descarnar hasta el hueso la función pública, está el Sr. Lasquetty. Viene a decir que los médicos, si son funcionarios o funcionarias, “no tienen incentivos para mejorar su desempeño más allá de la pura motivación altruista”.
Sr. Lasquetty, «la pura motivación altruista» es el motivador más poderoso, mucho más eficaz que los incentivos económicos. Los estudios existentes lo demuestran. Además, la Sanidad pública ha estado funcionando muy bien, en términos de coste-efectividad y en aceptación popular. ¿Para qué la quiere demoler? Ya sabemos para qué, ¿verdad?
Últimos comentarios