El futuro ya no es lo que era
El futuro ya no es lo que era porque se ha producido una aceleración de la historia y, al mismo tiempo, el futuro nos resulta cada vez más impredecible.
Innerarity se apoya en una previsión de Kant (no en vano es filósofo) para constatar la aceleración de la historia: “Kant terminaba su escrito de 1795 sobre la paz perpetua con la esperanza de que fuera necesario cada vez menos tiempo para que se produjeran los mismos progresos”. Y así ha sucedido.
En este post os invito a leer las reflexiones de Innerarity sobre el futuro desde la perspectiva de las administraciones públicas.
Como consecuencia de este acortamiento del presente las informaciones se vuelven cada vez más perecederas: “Estamos más informados que nunca sobre un mundo que ya no es el nuestro”. ¡Si lo sabremos los blogueros! Para constatarlo, se pueden utilizar indicadores tan serios como “la duración media de la literatura técnica y científica”, que no hace falta decir es cada vez menor.
Otras consecuencias interesantes son las siguientes:
- «Rápida modificación de las competencias profesionales que se exigen en el mundo laboral»
- “El espacio de vigencia de lo una vez aprendido disminuye”
- “Disminuyen las posibilidades de llegar a ser sabio mediante el simple procedimiento de envejecer”
- “Los problemas de relación entre las generaciones se agudizan”
A la vez el futuro se vuelve más impredecible, ya que “con la creciente dinámica de la civilización disminuyen notablemente las posibilidades de pronosticar el tipo de vida que nosotros y los que vengan detrás vamos a tener”. En efecto, en otras épocas existía mayor verosimilitud de que el futuro sería en lo esencial parecido al presente. Sin embargo, en el momento actual podemos afirmar que “la incertidumbre es una consecuencia lógica del aumento de nuestras posibilidades de acción”.
En estas condiciones, “las expectativas resultan científicamente más interesantes que los hechos cuando lo que es, lo es por muy poco tiempo”. “Por eso todas las ciencias han adquirido un tinte futurista, una mayor conciencia de la provisionalidad de sus conquistas, y reflexionan con preocupación acerca de los escenarios futuros”.
Mientras tanto, en las administraciones públicas seguimos aplicando soluciones de ayer a los problemas de mañana. Eso cuando no esperamos directamente a que sea el tiempo, que todo lo cura, quien se encargue de hacer desaparecer los problemas, aprovechando además que, debido a la aceleración de la historia, este proceso es ahora más rápido. Y es que no hay mal que por bien no venga.
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Esta frase no me ha convencido mucho \»es menor el esfuerzo que hay que hacer para estar al día en ciencias que en letras\» con el resto y los comentarios estoy de acuerdo. Cada vez me doy más cuenta de lo obsoleta que estoy, antes era la que más informática sabía de los que me rodeaban, ahora soy una aprendiz en casi todo. Pero sé que aunque aprenda nuevos lenguajes de programación me volverá a pasar. He decidido volver a la Universidad a estudiar pero no creo que tampoco ahí esté la solución porque me enseñaran lo que ya no se usa, como ya hicieron hace diez años. Respecto a los ancianos, no solo es la capacidad de pensar, también es otra cosa que no se valora, la experiencia de la vida, cada uno cree que hay que vivir sus propias experiencias y no hacemos nunca caso a los que ya han pasado por ellas. Por ejemplo cuando leo un post sobre algo que me ha pasado presto más atención que cuando es algo nuevo. Tengo más que decir y por lo tanto se me queda más, mientras que si es algo nuevo lo olvido más fácilmente porque no lo incorporo.
Gracias, Iñaki.
Tú sí que sabes, Jaizki.Completamente de acuerdo con Federico II el Grande, rey de Prusia. ¿Quién me lo hubiera dicho?
Genial la entrada y los comentarios.En cuanto a la sabiduría, entendida como conocimiento profundo, se ve evidentemente afectada por la menor vigencia del conocimiento. Lo que aprendimos ayer no estará vigente mañana. De hecho, algunas de las cosas que me enseñaron en el colegio, ya estaban obsoletas entonces, sólo que los profesores y los libros de texto no se habían enterado.Creo que es evidente que, hoy en día, un anciano no tiene la importancia cultural que tenía hace cientos o miles de años, cuando su experiencia vital le hacía conocedor de muchas cosas que eran fundamentales para la supervivencia del clan, grupo, familia, aldea o pueblo.Sin embargo, a lo largo de la vida se puedan adquirir cosas más importante que los simples conocimientos volátiles, pero eso ya no depende del simple hecho de envejecer.\»Conocimientos puede tenerlos cualquiera, pero el arte de pensar es el regalo más escaso de la naturaleza\» Federico II el Grande, rey de Prusia.
Veo que aprovechas \»sabiamente\» las recomendaciones.Entonces, \»casi seguro\» que será verdad lo que afirma ese buen hombre (\»un tal Ubel\») de la Universidad de Michigan.Desde luego, el mensaje es más esperanzador para los que aspiramos a llegar a viejos.Pero no despreciemos el valor de los matices. \»Casi seguro\» que ambas reflexiones, aunque aparentemente contradictorias, tienen parte de cierto.La vida cambia rápida y el mundo que hemos conocido cada vez es más diferente del que van a conocer nuestros descendientes, lo cual no se contradice con que hayamos aprendido a lidiar con la realidad que nos ha tocado.En fin, sí que he sacado hoy un tema trascendente!
Yo me refería más bien a este concepto de sabiduría: Según declaraciones del profesor Ubel en el comunicado de la universidad de Michigan, el secreto para que seamos más felices en la vejez es muy sencillo: los tropiezos en la vida nos hacen más sabios, lo que provoca generalmente una mejoría en nuestras emociones.Sea cuales fueren nuestras condiciones al nacer, el caso es que las experiencias a lo largo de la vida conllevan la adquisición de conocimiento, y eso nos hace más felices, incluso frente a la adversidad.Lo he encontrado en \»casi seguro\» que tú sabiamente me recomendaste.
Hola, Txetxu, me alegro de verte por aquí.El ayer era genérico. Si hubiera dicho que las administraciones aplican soluciones del siglo XIX a los problemas del siglo XXI, seguramente que, en algunos casos, sería igualmente cierto.La cuestión es que en unos tiempos tan dinámicos como los actuales, no parece que las administraciones sean el modelo organizativo que mejor se adecúa a ellos.Comprendo que no resulta muy gratificante para los que ya vamos cogiendo una edad eso de que lo que aprendimos nosotros no les va a valer a las nuevas generaciones, que no nos quede siquiera la posibilidad de cierta sabiduría, pero cuando observo las diferentes visiones de la vida que tienen mis padres y mis sobrinos intuyo que algo hay de cierto en ello. Que pases un feliz verano, si las temperaturas lo permiten.
Bueno, mientras las soluciones de la administración sean de ayer y no de antes de ayer casi casi ni tan mal. Más todavía si se consideran soluciones.No tengo tan claro que las modificaciones y la rapidez de información tenga relación necesariamente con la posibilidad de sabiduría ya que influye en mi opinión la variable experiencial, subjetiva de apropiación y situación