Administraciones en red

La evolución de la Gobernanza, como fórmula de buen gobierno, y de la propia Administración pública hacia modelos más abiertos, transparentes y participativos es un proceso de largo plazo, en tanto que supone una transformación política y organizativa de gran calado imposible de llevar a cabo de la noche a la mañana. La nueva web de participación del Gobierno Vasco IREKIA tiene valor en la medida que suponga un primer paso en ese largo camino. Y eso el tiempo lo dirá.

De momento, se ha manifestado un liderazgo claro y una voluntad decidida en ese sentido. No es poco. Con IREKIA se ha dado el primer paso.

Enhorabuena a todas las personas que han trabajado para que hoy podamos estar hablando de IREKIA. Zorionak! Ahora empieza para ellos la hora de la verdad. Les deseo todo el acierto y mucha suerte, para que la causa de la transparencia, la participación y la colaboración avance y se consolide entre nosotros. Y, por supuesto, estamos a su disposición para lo que podamos aportar.

En este post reflexiono en voz alta en torno a las cuestiones que me sugiere IREKIA, siempre desde mi punto de vista personal y subjetivo.

Sobre lo novedoso de IREKIA

Es verdad que IREKIA no ha inventado la participación ciudadana. Existen órganos consultivos de participación y hay trámites de información pública en los procedimientos administrativos. Y está acuñada la participación ciudadana en el ámbito municipal. Tampoco ha inventado IREKIA la participación a través de Internet. Ha habido y todavía hay otras iniciativas de participación on line como Konpondu o Parte Hartu. Lo novedoso de IREKIA es para mí su vocación de integrar la transparencia y la participación en la práctica cotidiana de la acción de gobierno. De momento, se ha hecho público el calendario legislativo para esta legislatura y se ha anunciado, también, la publicación de los planes y actuaciones significativas previstos en el horizonte de la legislatura. El vídeo de presentación de IREKIA expresa un compromiso claro: “las propuestas, intenciones, leyes, medidas y planes se van a exponer a la ciudadanía antes de su aprobación”. Y añade que “la ciudadanía va a poder participar en su elaboración”. Si este compromiso llegara a cumplirse de forma sistemática IREKIA no sería sólo una experiencia novedosa, sino que se convertiría en un referente mundial. Me conformaría con que en esta legislatura comenzara a cumplirse, siquiera parcialmente, este compromiso. Porque la cosa no es sencilla. Además de la voluntad de hacerlo, hace falta desarrollar el modelo de gestión de la participación y dotar los recursos necesarios para llevar a cabo esta gestión. Y, una vez más, recuerdo que esto supone una transformación política y organizativa de gran calado. Pero es verdad que se hace camino al andar. Cada paso que se dé, e IREKIA ha sido el primero, nos acercará y reclamará el siguiente paso.

Sobre el enfoque integral de la participación

La participación no se reduce a los comentarios en Internet, ni a la escucha activa en las redes sociales, sino que se produce a través de múltiples canales. Antes citaba los instrumentos de participación de la Administración tradicional, que siguen vigentes y están llamados a convivir con los nuevos canales de participación virtuales. Hay que pensar la participación con un enfoque integral. Seguramente, cada proceso gubernamental o administrativo deberá tener en cuenta la perspectiva de la participación, incorporando los mecanismos de participación más adecuados en cada momento del proceso. IREKIA puede ser un canal potente de participación, pero los responsables políticos y técnicos de la Administración deben aprender a utilizar este nuevo canal de forma eficaz, para que la participación ciudadana no se convierta en una carga añadida difícil de gestionar. Y volvemos al modelo de gestión que citaba antes. El reto es tan inmenso como apasionante.

Hablando de enfoque integral de la participación, el objetivo del Gobierno no debería limitarse a facilitar los canales, sino que deberían llevarse a cabo políticas activas para promover la participación. Estoy pensando en acciones de índole muy diversa: desde la educación (en la que depositamos tantas esperanzas a cambio de tan poco) hasta el mundo asociativo (como parte significativa de la ciudadanía organizada), pasando por la gestión ejemplar de las aportaciones recibidas. Suelo decir que no basta con permitir la participación, hay que merecerla. Y un factor clave para merecerla es gestionar la participación de forma ejemplar.

Sobre cómo afecta IREKIA a la división de poderes

Una de las cuestiones más claras en este tema es la de cómo afectan los canales de participación directa al modelo de división de poderes. Obviando que este modelo no pasa por sus mejores tiempos, cuestión que excedería el alcance de este humilde post, se puede afirmar sin temor a equivocarse que de momento la división de poderes puede seguir tranquila, al menos por lo que respecta a los canales de participación directa que ahora se plantean. No son gigantes, sino molinos.

Cada institución tiene unas funciones definidas. Grosso modo, el Gobierno diseña y ejecuta las políticas públicas y el Parlamento legisla y controla la acción de gobierno. Cada institución abre canales de participación en el ámbito de sus competencias, pero estas competencias no se ven alteradas por el hecho de que las instituciones respectivas las ejecuten de forma participativa. Es decir, cuando el Gobierno diseña una política pública de forma participativa no está afectando para nada a ninguna otra institución. Es más, con participación o sin ella, el Gobierno sigue siendo igualmente responsable de sus actos. Y lo mismo ocurre en el ámbito legislativo. Que los parlamentarios tengan en cuenta las aportaciones efectuadas por la ciudadanía, por ejemplo, a través de Parte Hartu no interfiere las funciones y competencias de ninguna institución, y siguen teniendo la misma responsabilidad política por sus decisiones. En definitiva, la participación directa de la ciudadanía, al menos en la forma que ahora se plantea, no supone ninguna alteración del modelo político actual. En todo caso, lo que se plantea es, nada más y nada menos, un modo de funcionamiento más democrático y más acorde con los tiempos.

Estas aclaraciones pueden parecer una perogrullada, pero me ha parecido oportuno plantearlas porque el tema se suscitó en una reunión de blogueros y se ha reiterado ahora en los comentarios publicados en Internet sobre IREKIA.

Sobre la participación interna

La participación interna no es el tema de IREKIA, pero es un buen tema. La echó en falta Andrea di Maio en la declaración abierta sobre e-Government presentada en la cumbre ministerial de Malmö y se ha vuelto a echar en falta ahora en los blogs. Seguramente, no es lo que toca en estas reflexiones sobre IREKIA, pero es una asignatura pendiente que también habría que abordar en esta legislatura. Y como no toca aquí y ahora, no me extiendo más sobre el tema.

Sobre los elementos materiales de la herramienta

Este es el punto más susceptible de mejora a corto plazo. Lo digo, simplemente, porque es más fácil hacer modificaciones en la herramienta que extender su utilización masiva por parte de la Administración o construir un modelo de gestión de la participación redondo y acabado.

Personalmente, creo que lo que más despista es la transición entre el entorno de IREKIA y el de la Comunidad Vasca de Innovadores (CVI). Me parece buena idea haber utilizado un instrumento ya existente, como es la CVI, en lugar de haber desarrollado una herramienta propia para hacer lo mismo. Y, además, así se llevan los debates públicos ante una comunidad de personas que pueden colaborar tanto en las cuestiones planteadas desde el Gobierno Vasco, como en las que puedan plantear otras instituciones públicas o privadas, compartiendo masa crítica y aprovechando sinergias. Sin embargo, algo hay que mejorar en la transición entre ambos entornos.

Todavía he enredado poco como para extenderme en este punto y, además, estoy seguro que desde la blogosfera y las redes sociales van a llegar numerosas sugerencias de mejora sobre estos aspectos.

En resumen, lo que me parece más destacable es, por una parte, el liderazgo y el compromiso expresado con la puesta en marcha de IREKIA y, por otra parte, el hecho de iniciar una experiencia que va a permitir avanzar en los objetivos de la transparencia y la participación. IREKIA es el primer paso necesario de un largo camino.