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Redes y comunidades: la figura del dinamizador
Karmelo es nuestro mejor metodólogo en cuestiones de formación y gestión del conocimiento. Le he contado el proyecto de comunidades de práctica en nichos de conocimiento –también conocido como “la larga cola del talento”- en busca de consejo. Su respuesta ha sido tajante: “si vais a montar una comunidad de práctica, lo primero que tenéis que buscar es un dinamizador”.
Yo le he explicado que tal vez no sea necesario, que en Aprendices no tenemos una figura externa que cumpla ese rol: simplemente, hay personas que se lo curran más que otras y no necesariamente tiene que ser siempre las mismas. ¿Por qué no va a funcionar así en otras comunidades?
En fin, como ha sido una conversación no de ascensor, pero sí de pasillo, no he podido hablarle de la diferencia entre un jardín y un hayedo, aunque al menos he podido mencionarle un nuevo modelo teórico de aprendizaje, adecuado para las comunidades virtuales: el conectivismo.
Pero la pregunta sigue ahí: ¿es necesaria la figura del dinamizador en las comunidades de práctica? ¿En todas? ¿Cuándo sí y cuándo no?
Comunidades de práctica en nichos de conocimiento
En “la larga cola del talento” hemos tratado de transponer a la administración la idea básica del concepto “long tail” y hemos especulado con la hipótesis de que las oportunidades que existen para los micromercados se pueden aplicar a los nichos de conocimiento especializado.
La idea básica: «En la administración pública contamos con una enorme variedad de profesionales que son expertos en nichos de conocimiento. Sería posible y muy útil generar comunidades de práctica soportadas por algún tipo de plataforma 2.0.»
Cuando escribí el post creía estar planteando una idea más o menos original, pero resulta que ya era una conversación caliente en la blogosfera. Afortunadamente. Me han llegado noticias de que ya se han planteado, al menos, dos proyectos con visos de convertirse en realidad. Además he recibido un buen número de comentarios y de emails de personas que quieren conversar. Mucha emoción.
A continuación, resumo el estado de la cuestión:
La larga cola del talento
Ayer me ametrallaron en el Museo de Bellas Artes de Bilbao. No fueron balas, sino ideas. No todas me dieron, pero sí las suficientes para dejarme tocado. La andanada se llamaba update spring ’07. Manejaban los fierros Alfons Cornellá, de Infonomía, y Antonella Broglia, de Saatchi & Saatchi. Brillantes, ambos.
En el almuerzo posterior tuvimos ocasión de hablar con los ponentes. Los escasos minutos que compartí con Antonella fueron especialmente intensos. A propósito del concepto “Long Tail”, le bosquejé un proyecto que tengo en mente, ella lo comprendió al instante y lo bautizó con una expresión muy sexy: “la larga cola del talento”.
Os explico la idea.
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