Lecciones aprendidas
Después de terminar la revisión de mi programa, entro al trapo que me lanzó Enrique Sacanell:
«no puedo evitar pedirte que hagas un post final con las lecciones aprendidas«.
Puedo adelantar que esta etapa ha supuesto para mí una gran experiencia, tanto en lo profesional como en lo personal. El balance final es claramente positivo.
Las lecciones aprendidas en esta etapa tan intensa dan, desde luego, para un texto bastante más largo, pero hago aquí un ejercicio de selección y síntesis. Seguramente, ya iremos desgranando con el tiempo otros aprendizajes cuando vayan viniendo a cuento.
No solo hay que trabajar al servicio del cliente, sino que además él tiene que percibirlo
Todo lo que hemos hecho en la Dirección de Innovación y Administración Electrónica tenía el propósito de servir a los departamentos y organismos del Gobierno Vasco para ayudarles en el cumplimiento de sus objetivos.
Sin embargo, tengo dudas de que hayamos conseguido suficientemente que nuestros clientes internos tuvieran esa percepción.
En este punto, hago autocrítica en primera persona del singular. Esta es mi primera lección aprendida, creo que debería haber dedicado más tiempo a estar con nuestros clientes internos, para que nos hubieran sentido más cerca de ellos y compartiendo sus preocupaciones.
Ya sé que el día a día nos puede y es difícil llegar a todo, pero mi percepción es que la atención directa a los clientes es el tiempo mejor invertido.
La legislatura se pasa en un suspiro: es importante saber gestionar los tiempos del ciclo político
El comienzo de cada legislatura es un momento mágico, un momento para tomar decisiones que después serán más difíciles de adoptar o ya será demasiado tarde para tomarlas. Acertar en esas primeras decisiones es clave para el éxito de la gestión. Por ejemplo, es muy importante acertar en el diseño organizativo o en la adscripción inicial de recursos a las áreas que se quieren potenciar o en la selección de los primeros proyectos a priorizar, etc.
Después el tiempo pasa rápido, no queda más remedio que focalizar los objetivos. No se le puede pegar a todo, así que hay que concentrar los mejores esfuerzos en aquello que no se nos puede escapar, aquello que tiene que salir sí o sí. La dispersión es muy peligrosa. Y cada vez hay más oportunidades para dispersarse.
Pero hay que saber focalizar los objetivos combinando dos planos de actuación: a corto y a largo plazo. Necesitamos conseguir resultados a corto plazo, pero avanzando con visión de futuro. No es fácil, pero se puede hacer. Ese es el reto.
Algo más que un eslogan: las personas son lo primero y lo más importante
No me puedo olvidar de las personas en esta selección de lecciones aprendidas. Tenía claro que las personas son la clave de todo, pero este axioma se hace aún más evidente desde la perspectiva de un puesto directivo.
No se puede hacer nada sin contar con las personas. Así que el factor humano tiene que ser la primera preocupación y ocupación de cualquier directivo, en el sector público o en el privado. Sobre la gestión de las personas ya está casi todo dicho y, desde luego, mucho mejor de lo que yo sería capaz de hacerlo.
Por eso me quedo, como lección aprendida, con la conclusión genérica de que a la cuestión de las personas hay que prestarle mucha atención, porque de ello depende en gran parte la clave del éxito en la gestión.
Dos píldoras de conocimiento: valorar los logros alcanzados y tener paciencia
Quiero terminar con dos cuestiones que salieron en un debate en LinkedIn. La primera es valorar los pequeños éxitos que se van consiguiendo, porque nos animan a seguir trabajando. Y la segunda tener paciencia, porque cuando se mantiene el rumbo y no se tira la toalla terminan llegando los resultados. Dos actitudes muy sabias, que no siempre somos capaces de saber aplicar y mantener en el día a día.
Como decía al principio, esta etapa ha supuesto para mí una gran experiencia. Tengo la suerte de dedicarme profesionalmente a lo que más me gusta y me apetece: mejorar la gestión de lo público. Y, además, durante esta legislatura he tenido el privilegio de dirigir la Dirección de Innovación y Administración Electrónica del Gobierno Vasco, que es el mejor sitio que conozco para desarrollar mi actividad profesional. No podía, pues, pedir más.
Si un día compartía el orgullo de ser funcionario que propugnaba Alberto en este blog, hoy me siento orgulloso de haber participado en este proyecto y doy gracias a las personas que, sin conocerme demasiado, confiaron en mí y me dieron esta oportunidad.
Lo primero, os agradezco muy sinceramente vuestra compañía y vuestro apoyo. Me anima saber que seguís ahí, y me ayuda a cargar las pilas.
Como bien dice Marc, lo que nos mueve es la defensa de lo público. La calidad de vida (y la felicidad, ¿por qué no decirlo?) de los ciudadanos es lo que da sentido a lo que hacemos. Y, efectivamente, hoy más que nunca necesitamos una Administración pública sólida y eficiente, pero también abierta, transparente, participativa y, en definitiva, democrática. Lo público se legitima por el buen gobierno y la buena Administración. Si no somos capaces de hacer las cosas bien estaremos dando los mejores argumentos y se lo estaremos poniendo demasiado fácil a quienes pretenden convertir los servicios públicos en un puro negocio.
Pienso como Jordi que la gente quiere participar y dar lo mejor de sí. La energía y la materia prima para construir la Administración que queremos y que necesitamos está en las personas, empezando por los profesionales públicos y siguiendo por la ciudadanía en general. Mi experiencia es que la gente «normal» responde bien cuando se le da juego y se cuenta con ella. Es lo que hemos intentado, por ejemplo, con las comunidades de práctica y los equipos de innovación, tomando como referencia el programa Compartim de la Generalitat de Catalunya, que nos ha servido de guía. Y, en realidad, esa ha sido la filosofía que hemos aplicado en todos los proyectos del PIP: transparencia, participación y colaboración.
Es verdad, Jordi, hemos crecido profesionalmente juntos. Y seguro que lo seguiremos haciendo.
El comentario de David nos recuerda que todas las organizaciones, sean públicas o privadas, en el fondo se parecen bastante y enfrentan retos similares. Al final, todas necesitan el concurso de personas “inprendedoras” que muevan la rueda del cambio. Allá donde me lleven los nuevos vientos, me gustaría merecer esa etiqueta. Seguimos en contacto, David.
Me quedo con la idea de las tomas de conciencia que apunta Ismael. Seguramente, tomar conciencia es la base para poder construir cualquier cosa que merezca la pena, tomar conciencia es el primer paso para transformar la Administración y la propia realidad que estamos viviendo. Ojalá que algo de lo que hemos hecho haya contribuido a esa toma de conciencia.
Esta idea enlaza, de alguna forma, con la reflexión de Javier sobre la globalidad del trabajo realizado. Me encantaría que fuera cierto eso de que no hemos trabajado solo para nuestra Administración, sino que también hemos “enriquecido” a otras, a la Comunidad, a eso que Javier llama la globalidad. Lo entiendo como una especie de “efecto mariposa” del trabajo local o, también, como una reformulación de aquella idea del movimiento verde de “pensar globalmente y actuar localmente” ;-). Sí, Javier, a partir de ahora, nos seguimos, como siempre.
Creo, Miguel Angel, que tu comentario enlaza bastante con la idea del “marketing para innovar en la Administración pública”, del que nos habló Amalio Rey en un interesante taller de innovación. Espero que “lleguemos a tiempo, por una vez, a donde pasen las cosas que tienen que pasar”.
Comparto totalmente la propuesta de Roc de “mayor ejecución” en la Administración pública. Nos gusta mucho hacer leyes, planes, memorias, libros blancos, etc., pero nos cuesta ejecutar las acciones, llevar las ideas a la práctica. Cada vez soy más partidario de la acción, aunque reconozco que me divierte bastante la reflexión ;-). Que buena ocasión, por cierto, para contactar de nuevo. Me alegro, Roc, de volver a “verte”.
Es verdad, José, que durante estos últimos años he tenido una menor dedicación al blog, pero he seguido enredando en las redes sociales (puede comprobarse en Twitter, Facebook y LinkedIn) y, también, he participado bastante en el blog del PIP. Me prodigo menos en los “saraos presenciales”, pero también me he pateado unos cuantos. Así que esta crítica sólo la acepto a medias ;-).
Siempre hemos procurado ser prudentes en este blog. La prudencia y el respeto han sido y son nuestra divisa. Hemos sido prudentes en general y prudentes en especial respecto a la organización en la que trabajamos. Es normal. Detrás de cada proyecto y de cada actuación hay personas concretas, de esas que tienen caras y ojos, con las que tenemos que seguir conviviendo todos los días. Pero esa prudencia, en mi opinión, tampoco nos ha impedido contar muchas cosas y ser bastante transparentes. Pero, en fin, no nos corresponde a nosotros valorar nuestro propio nivel de transparencia. En cualquier caso, me remito a los posts sobre el “cumplimiento de mi programa”, donde puede verse lo propuesto y lo realizado.
A Koldobike y a Alberto, ¿qué os puedo decir que no os lo haya dicho ya? Queda mucho por aprender y por hacer para avanzar hacia un Gobierno abierto y una Administración mejor. Espero seguir compartiendo con vosotros ese camino.
Gracias, también, a Oscar, a Alfonso, a Roc, a José Luis, a Mariaje, a Enrique que provocó este post ;-). ¡Que no pare la música!
Quiero terminar con una provocación: ¿dónde está la savia nueva de la blogosfera pública?
Porque no es cierto que sigamos los mismos que hace tres años y medio. Yo he visto blogs nuevos por ahí y gente que se ha incorporado a la conversación de la blogosfera pública.
¡Que levanten la mano!
Zorionak, felicidades desde el Servicio Navarro de Salud Osasunbidea en Navarra.
Felicitaros por estos últimos post de reflexión pero sobre todo por la intensa labor que habéis realizado todos en general e Iñaki en particular (porque es el único al que he podido conocer personalmente y porque su parte está más cercana a la que yo realizo). En muchas ocasiones hemos aprovechado el conocimiento que habéis compartido y también vuestros consejos.
Aprovecho la intervención para intentar responder a algunas de las preguntas de Mark
– en la tarea de modernizar estamos más, aunque no participemos comentando, pero si que trabajamos día a día por modernizar y cambiar nuestras administraciones, orgullosos de ser funcionarios y de apostar por lo público. Creo que vamos más lentos y estamos peor organizados.
– calar en otros profesionales es complicado, porque nos puede el día a día, y en parte si creo que no se comunica lo suficiente, o no se hace de un modo eficiente.
–
Para finalizar, lo que más envidio del trabajo del País Vasco es el grado de conexión y la coordinación entre las diferentes Direcciones Generales implicadas , algo que Navarra todavía no ha conseguido, pero que sin duda algún día lo hará. La realidad de este momento es que cuesta dentro de las propias Direcciones Generales.
Suerte en vuestros nuevos destinos seguro que también allí nos serviréis de guía..
Yo desde fuera, le he visto a Iñaki menos presente en las redes ahora que antes de que le nombraran director. Esto no es ni malo ni bueno. Supongo que a mayor responsabilidad, mayor necesidad de discreción. Pero se te ha echado de menos. El caso de Alberto es distinto, quizás por su carácter más extrovertido.
En general lo que sí os he notado a los dos es muy poco críticos con lo que os habéis encontrado. No sé si se puede o no se puede (yo nunca he trabajado en la Admon. y por tanto no puedo juzgar) pero sí que se ha echado de menos cierta llamémoslo «transparencia».
Hola, Iñaki, Alberto, Nagore… :
No insistiré en lo que otros ya han comentado. Simplemente, quiero agradeceros la ilusión que a críticos y aduladores nos habéis transmitido desde Irekia y las enormes ganas de construir algo grande y enriquecedor en este espacio llamado sector público, administración, gobiernos, ciudadanía… democracia.
Estoy convencido de que aun tenéis pendientes de enseñarnos muchas más lecciones. Y sí, con vosotros somos ahora muchos más. Y mejores. No se verá, pero, como decía Gramsci, cuando la revolución francesa estalló, ésta ya se había ganado. Llevaba mucho, mucho tiempo atrás fraguándose.
Un saludo.
Me agrada ver que no sólo hay adulación, sino también detección de áreas de mejora. Muchas gracias. Aquí tenemos materia de reflexión para mucho tiempo.
Contesto ahora solo a un asunto:
Roc, no estoy de acuerdo con la manera en que planteas las «apps de pago». Los datos ya están pagados, son de todos, sería incongruente someterlos a repago y, siendo pragmáticos, sabemos que la reutilización prácticamente desaparece cuando conlleva pagar por los datos. En cambio, me parece interesante considerar que la iniciativa privada pueda añadir valor mediante aplicaciones que usan los datso, y que esas aplicaciones, cuando prestan servicio público, sean cogestionadas (o cpofinanciadas) entre lo público y lo privado.
Buf!, leer los comentarios ya es un buen ejercicio 🙂
Me preocupa (no sé si este es el mejor lugar para abrir el debate) el comentario (muy pertinente) de Roc: Después de 3, 4 años somos (más o menos) los mismos los que comentamos aquí, ¿ello implica que en la tarea de modernización del sector público estamos los mismos?, ¿no se ha conseguido «calar» a otros profesionales/colectivos?, ¿quizá esta poca comunicación, que indicamos como uno de nuestros errores, es uno de los motivos?
¿O simplemente sólo se trata que este blog no ha conseguido ampliar su público? 🙂
Saludos.
Pasados casi cuatro años de vuestro nombramiento han pasado muchas cosas y habéis vivido una actividad frenética. Dios me libre a mi de «evaluaros» . Cuando el reto que se os presentó en su día fue pasar de la palabra a la acción, el simple hecho de aceptar y coger el toro por los cuernos merece todos los respetos…. y felicitaciones. Si además el trabajo ha servido para posicionar al Gobierno de Euskadi como una Administración innovadora y abierta, ¡chapeau!
Porque no es fácil llevar a la práctica ideas sobre innovación pública y open government en el núcleo duro administrativo. Se requiere compromiso, fe en las ideas, coraje, y mucho…mucho esfuerzo…Se requiere actitud, persistencia e ilusión. Todo eso creo que lo habéis demostrado con creces.
La pena es que cuatro años en la vida administrativa es un segundo, por lo que es imposible en el suspiro de una legislatura sacar adelante todos los objetivos planteados en un principio.Como el éxito -dicen- está en un 90% en continuar e insistir, espero que esta senda que ha tomado vuestra Administración no termine con el cambio de gobierno.
A los dos desearos suerte donde os toque estar que seguro que nos tenéis mucho que enseñar.
Un abrazo,
Oscar Cortés
Iñaki y Alberto,
Antes que nada, una sincerísima felicitación por todo el trabajo que lleváis años realizando, antes de vuestro puesto directivo, durante y, segurísimo, a partir de ahora.
Voy directo al grano sobre los comentarios y mi visión de vuestro trabajo, extendible en algunos casos a modelos similares.
– Considero que hay cierta desconexión con los logros públicos y la realidad del sector privado. UN ejemplo claro es el proyecto Open Data: no se ha logrado todavía valorizar adecuadamente las posibilidades que ofrece el Ope Data. Diría que, además, el concepto de que lo público es gratis ha limitado su expansión. A lo mejor, ahora que hay un contexto económico distinto, es el momento de plantear algo como el modelo Apps de pago: desarrolle usted una aplicación, la aprobamos, pongamos precio y la administración se queda un % por cada descarga.
– Mayor ejecución: Este es un comentario aplicable a toda la administración pública en España, y Europa. Veo demasiados papeles, debates y poca ejecución. Puede ser que la dinámica pública lleve a esa realidad. En este sentido, iría más allá de la profesionalización que comenta Jordi Graells en su comentario. Hay muy buenos ejemplos de ello en gobiernos como el de Chile: creo que su influencia más directa de los Estados UNidos y su reciente necesidad de visualizar los cambios reales les han conducido a trabajar como empresa pública, y no como departamento público.
– Finalmente, una cosa en la que me pudo incluir yo mismo. Lo dejo en el aire: es curioso que en 2012 (pronto 2013) los comentarios vengan de las mismas personas que coincidimos desde hace 7 u 8 años en foros, conferencias, debates online, etc…
Para cerrar, una llamada: todos aquellos trabajadores públicos deben tomar como ejemplo a los dos autores de este blog porque, aunque los obstáculos de la adminstración puedan ser infinitos, no decaen en el ‘tant-se-men.fotisme’ (expresión catalana para quien deja de hacer cosas positivas porque no valen la pena ante los frenos de sus superiores y del entorno), y siguen actuando para dar valor real a su trabajo y conseguir logros que quedan establecidos para futuro.
UN fuerte abrazo!
@roc
Iba a enviaros mis comentarios por mail pero creo que mejor en abierto, con lo bueno (bastante) y lo malo (poco). Vamos p’allá…
Coincido en casi todo lo que decís. Los que sabemos que es tener responsabilidades directivas (las mias mucho mas pequeñas que las vuestras) tenemos muy claro que la energía del primer día, las ganas de comerse el mundo, suelen chocar con un iceberg que se llama burocracia. Por mucho que queramos, ni los libros ni los usos y costumbres de la empresa moderna son aplicables a la administración, y cualquier cambio o medida supone un esfuerzo titanico. De aquí sale una cosa que me ha encantado de vuestro paso por las DG: habéis intentado cambiar el entorno para que los que vengan tengan una parte del camino allanado. Un buen ejemplo es la administración electrónica, ya que mucho antes de llegar al ciudadano hay que resolver los típicos problemas de interoperabilidad, problemas informáticos y formación de los funcionarios. Y esa línea la habéis seguido muy bien.
La parte menos positiva (y de nuevo coincido con vuestro análisis) es la de marketing. En salud nos pasa lo mismo, que pensamos un servicio, lo testamos, lo estudiamos, lo analizamos y lo lanzamos sin antes haber «preparado» al destinatario. Habéis conseguido que la administración cambien la palabra «modernización» por la de «innovación» y eso es mucho, pero todavía hay poco conocimiento de lo que significa innovar, y aún más si un funcionario la asocia con esos cursos divertidos para sacar ideas, desarrollar servicios novedosos o lo que sea. La jerarquia administrativa obliga a que sean los jefes (nos guste o no) los que tiren del carro y si no convencemos a los jefes, en algunos entornos será difícil conseguir que el resto del equipo se ponga a remar, aunque le encante la idea. Al menos, el PIP ha servido para abonar el terreno y sembrar semillas de funkzionario, pero hacen falta muchos años para que la innovación se vea como algo natural, casi como una motivación.
No quiero meterme mucho en detalles porque meteré la pata, pero la innovación cuesta venderla, y más en esta era de nuevos conceptos de gestión. Un problema añadido es que inducir un cambio cultural en la administración no es cosa de 4 años, y a veces tampoco de 8. Me ha gustado lo de valorar los pequeños éxitos, pero volvemos a la raiz del problema: los éxitos que no se conocen, solo nos sirven a nosotros. La comunicación continua con los clientes (internos o externos) es la clave, aunque incluso en esos casos hay que saber modular y elaborar una estrategia de comunicación: no basarlo todo en circulares, documentos o notas de prensa; ni en conferencias sesudas o premios. Eso no llega del todo…
Quizás cumplir hitos y lanzar proyectos grandes pero no definitivos (es decir, que se adaptan al cambio social) como Irekia o Open data son una gran forma de comunicar cambios, y de dar a entender que nadamos en otras aguas. A veces llegué a pensar que os estabais adelantando a vuestro tiempo, otras que si no corríamos nunca llegaríamos al nivel del ciudadano. Y aún hoy tengo mis dudas, quizás vosotros tengáis las mismas o mas con datos en la mano de participación interna y externa, de mejoras reales conseguidas, de evaluación de cambios, etc. Pero al menos, ir dejando el camino lleno de pequeños hitos es siempre una señal de que hay movimiento y de que las ideas y mensajes de los planes existen y se materializan.
Como dicen algunos comentarios, yo también he aprendido (y mucho) y creo que de hecho muchas de vuestras medidas han sido objeto de envidia y después de adaptación por muchos, lo que ya implica un aprendizaje de por si. Mi acercamiento al mundo opendata ha sido culpa vuestra, conocer como plantear una estrategia de innovación en una administración pública también, explorar el panorama de las apps en el sector publico, y principalmente, «tocar» algo que veia imposible: que algún día, las locuras con que soñamos en los blogs, pueden ser verdad. Y por todo eso, y por mucho más, os tengo que dar las gracias.
Lo mejor de esta reflexión que ya acaba, es que me sirve a mi mismo, de hecho es algo que me digo cada día para poder mejorar. Porque al final, tener ideas no es difícil si lo planteas bien, pero para ponerlas en marcha hace falta una segunda vida 🙂
Para acabar, un poco de música. Serrat, en una canción que se llama «A quien corresponda» exponía en una sola frase el gran problema de la administración pública, enamorada de proyectos mastodonticos dirigidos a un ciudadano que no los necesita:
«que llegamos siempre tarde, donde nunca pasa nada»
Saludos
@manyez
No puedo aportar mucho más a todos los comentarios anteriores, sino suscribirlos plenamente. Deseo que vuestras aportaciones no caigan en saco roto, y que vuestro trabajo tenga continuidad, de una forma o de otra. Allá donde estemos, según lo que nos depare esta legislatura, no me cabe duda que seguiremos participando y sobre todo, al menos por mi parte, aprendiendo.
Me gustará que este blog se reinvente y renazca. Como bien dices, Iñaki, no solo hay que hacer cosas sino también hacer percibirlas y, como bien comenta, Ismael eché de menos la crónica cotidiana.
Para mí esta bitácora es una conexión con vuestro trabajo en la administración, que no creas que es tan cercana para mí por mucho que me ronde 🙂 Mis mejores deseos para el nuevo camino. Sois la referencia de mi blogosfera, no solo de los inicios.
Hola amigos !!!
Mi postura y mis expectativas son siempre largoplacistas. Creo que las ideas hay que inocularlas y trabajar en el corto plazo, esperando los futos en el largo.
Así es como yo me imagino las cosas y así es como yo valoro el trabajo que habeís hecho. Granito a granito, habeís dedicado muchas horas, muchas ganas y mucho conocimiento. Eso esta ahí, eso ya no se lo quita nadie. Bueno, seguramente son energias que habeis restado a vuestras familias y a vuestras otras vidas, pero seguro que ha valido la pena.
Desde luego que en estos 3 años, las cosas han cambiado en el entorno. Habeís trabajado en un entorno cada vez más hostil y cada vez más desagradecido. Pero lo hecho, hecho esta y hecho quedará. Lo que se construya a partir de ahora, parte de una base nueva, lo mismo que cuando vosotros llegasteís construisteis sobre una base anterior. Todo suma.
Tanto Jordi como Ismael ya han detallado los logros. Me quedo con uno de ellos que me parece muy importante y es la globalidad de lo hecho. Lo que habeís conseguido no es solo para vuestra Administración si no que también enriquece a otras, es decir, es como si estuvieseis también trabajando para la globalidad y esa yo creo que se ha notado.
Estoy seguro que desde vuestros destinos, seguireís aportando a vuestra comunidad y a la global.
Yo me quedo con una buena sensación del trabajo y del poso que habeís dejado. Estoy seguro que nadie agradecera nada, pero también se que no lo esperabaís.
Nos leemos y a partir de ahora, seguimos, como siempre.
Se hace muy muy muy difícil condensar en un único comentario una suerte de respuesta tanto a los últimos apuntes de este blog (la serie «Revisando mi programa») como, todavía menos, a los últimos cuatro años de trabajo. Menuda responsabilidad…
Como bien apuntaba Jordi Graells más arriba, en lo que a mí respecta creo que hay motivos suficientes para hacer una valoración positiva del conjunto. Y no por Irekia en sí, sino por el espíritu de Irekai. Aunque esto pueda parecer un juego de palabras fruto de una consultora de comunicación, creo que en el caso vasco merece toda atención y reconocimiento. Si tuviera que quedarme con un éxito del gobierno vasco de la última legislatura no sería Irekia, sino todo lo que hay alrededor del proyecto, todo el contexto que se ha generado para apuntalar, alambicar, entrelazar lo que en otros términos puede quedar como algo meramente mecánico o ejecutivo.
Para mí, Irekia u otros proyectos no son iniciativas de transparencia, o de rendición de cuentas, y todavía menos de modernización de la administración. Para mí son tomas de conciencia, tanto de la administración como del ciudadano.
Probablemente lo vea — lo viva — así porque estoy muy metido en el tema, y el ciudadano que no sigue estas cuestiones tan de cerca no lo vea — no lo viva — de esta forma. Pero bien, esta es mi opinión y creo sinceramente que haber edificado esa toma de consciencia es lo mejor y con diferencia, ya que sobre ella y a partir de ella se ha podido construir el resto y, muy muy importante, será más difícil volver hacia atrás y deshacer algunos pasos dados.
En la parte de los peros, se me ocurre que este blog ha sufrido en algunos casos de lo que supongo que ha sido exceso de trabajo de sus autores. Me hubiese gustado ver su actividad multiplicada por dos o por tres, con más detalle, con más «crónica» del día a día que, sí, al menos a mí, me importa y mucho.
Creo poder ver la gestación, parto y crecimiento del modelo LUDO ha sido un lujo y me hubiese podido ver más ejemplos de este tipo, esa intensidad de reflexión y de explicar las ideas — por locas o poco elaboradas que estuviesen — en este blog. Entiendo que la prudencia, cuando uno tiene mayor responsabilidad, también nos torna más cautelosos y recelosos… pero me quedo con la sensación de que nos hemos perdido alguna cocina interesante.
Un abrazo fuerte a los dos. Como vasco, yo estaría orgulloso de pagaros el sueldo con mis impuestos.
i.
Iñaki, y en general a todos los que habéis participado en este proyecto, os felicito por lo que habéis alcanzado, y espero que de alguna manera todo el trabajo realizado y todos los logros alcanzados puedan continuar, en el lugar que corresponda.
Gracias por el esfuerzo en evidenciar estos elementos que sí estuvieran más presentes en la gestión pública del día a día nos ahorrarían muchos sinsabores e ineficiencias. Es un privilegio trabajar contigo y mi buen amigo Alberto
He podido seguir vuestras andanzas desde la lejanía y si hay algo que valoro y me hace sentir orgulloso de los profesionales públicos que hay por mi tierra es vuestra capacidad por emprender desde dentro, con todas las dificultades que eso conlleva.
Creo que compartimos un ecosistema laboral en ocasiones similar y proponer temas disruptivos cuesta: por una parte hacerlo entender a los jefes y por otro contagiar a los compañeros de alrededor para que lo sientan como algo suyo y no vean amenazas ni miedos a derrotar la frase «aquí las cosas siempre se han hecho así».
Sólo os pido una cosa a los dos: seguid moviendo la rueda del cambio allá donde os lleven los nuevos vientos, que tengo que seguir fardando de mis compañeros «inprendedores» 😉
Un abrazo y gracias por vuestra dedicación y ganas.
Iñaki (y también para tu ‘hermano’ que no ‘mellizo’ Alberto ;-),
Creo que el tiempo no ha pasado suficientemente rápido como para no dejar una huella que va a durar mucho en una u otra forma. Seguramente Irekia, Open Data Euskadi y el Plan de Innovación Pública 2011-2013 (nuestro estimado PiP @pipjgv) son la Santísima Trinidad de esta obra, pero habéis colaborado en otras de mucho calado (el modelo de atención multicanal, la sede electrónica,la pasarela de pago, la organización en comunidades de práctica como Legesarea, EcoEuskadi 2020, el Pacto Social por la Vivienda, etcétera, etcétera…), y la influencia que han ejercido sobre el conjunto de administraciones del Estado y a nivel internacional.
Coincido plenamente –cómo no–en focalizar la atención en las personas. Si los profesionales no son nuestro público objetivo prioritario, si no vienen convencidos e involucrados a tope por la mañana, ¿cómo vamos a poder satisfacer las expectativas de ciudadanos y entidades externas? Con lo fácil que parece y lo poco que se asume, y aplica.
También en considerar que planificar y repensar –como dice Alberto– son la misma moneda necesaria para llegar a ejectuar las tareas. En la Administración suele haber grandes lagunas en cuanto a la planificación estratégica y es curioso que, cuando la hay, uno tiene la sensación de estar trabajando para los objetivos y no para nuestro público destinatario. Algo quizás hacemos mal 😛
A pesar que me lo han contado muchas veces, no puedo comprender que no podáis seguir en vuestros cargos. Me gusta imaginar una Administración compatible con la profesionalización en la estructura directiva –porque permite también la continuidad de muchas líneas estratégicas– aunque alguno me dirá que plantearlo es una quimera. Da igual: como catalán ya me viene sonando que nos etiqueten los deseos como tales cuando no cuadran con el pensamiento del interlocutor 😉
Me gusta también pensar en una organización con unas formas de proceder más ‘libres’, con menos corsés. La Administración huele a naftalina y, a veces, tiene demasiada ‘caspa’. La gente quiere participar y darnos lo mejor de si, ¿por qué tendrían otro interés? ¿Por qué no la dejamos?
Confiar en ellos, hacerles colaborar… en esto nos hemos enfrascados todos nosotros y nos lo hemos pasado francamente bien. Desde entrevistas en formato GR (léase en plena naturaleza), hasta peticiones de pantalones abajo o arriba (según el público, pero siempre para mostrar didácticamente que debemos ser más transparentes), pasando por unos cuantos libros colaborativos escritos en tono desenfadado o por el descubrimiento de unas morcillas que no eran comestibles y animaban ponencias… Que nos quiten lo bailado 😀
Es más, tenemos la sensación que hemos crecido profesionalmente juntos. Tenemos muchas cosas que cambiar aún… de aquí no se va nadie… ¿No lo vamos a dejar aquí, verdad?
Iñaki (y Alberto):
Tal como dices, el tiempo pasa muy rápido, aún me acuerdo con muchísima claridad la ilusión de cuando os nombraron.
En este mundo que cambia tan rápidamente es imprescindible realizar ejercicios de análisis del trabajo hecho, parar un momento, abandonar temporalmente la tiranía del día a día y mirar hacia atrás.
Sin duda el trabajo hecho es mucho… quédate con esto, con la satisfacción de saber que has conseguido modernizar a la Administración.
Muchos de los lectores de este blog somos defensores de lo público, creemos – más que nunca – en la necesidad de tener una sólida y eficiente administración pública, sólo así conseguiremos hacer más fácil la vida de los ciudadanos.
En el fondo éste es el objetivo último, ¿no? 🙂
Eskerrik asko.
Gracias por vuestros comentarios y por estar ahí. Creo que en el servicio público es importante la cercanía, la transparencia y, en definitiva, dar la cara. Y, hoy en día, tenemos la suerte de que la tecnología nos ayuda mucho a poder hacerlo de una manera relativamente sencilla. Pero todavía nos queda mucho por aprender y por avanzar hacia un Gobierno más abierto. Eskerrik asko zuei.
Gracias Iñaki, es importante en estos tiempos que corren mostrar que otra política es posible. Gracias, como ciudadano, por dar el paso de asumir una responsabilidad pública, por la coherencia con la que has trabajado y por tu forma de cerrar esta etapa. Gracias, desde lo personal, por darnos la oportunidad de aprender contigo. Un abrazo
Iñaki, una vez más haces innecesario que yo repita el mismo ejercicio. Suscribo todo lo que dices. Por añadir algo, yo diría que eh aprendido que no en importante cumplir lo que planificaste el primer día, sino repensar continuamente a la luz de las evidencias y hacer, hacer, hacer.