Archivo
Qué raro hablan los ciudadanos!
Dicen que los ciudadanos no entienden el lenguaje administrativo. Parece ser que las personas que habitamos las administraciones públicas hablamos un lenguaje distinto al del común de los mortales. Y, sin embargo, estamos condenados a entendernos. No en vano el servicio a la ciudadanía es la razón de ser de la Administración pública. Y complicada se antoja la relación de servicio entre quienes ni siquiera se entienden. Conviene, por tanto, que los servidores públicos hablemos claro.
Con esa preocupación tan lógica los institutos vasco y europeo de administraciones públicas, IVAP e EIPA, han organizado una jornada en Bilbao para conversar sobre «e-Comunicación y Plain Language en Europa: Los desafíos de la comunicación institucional en un mundo digitalizado».
El jueves, 23 de mayo, intervendré en la sesión «La e-comunicación institucional en un mundo digitalizado«, ni más ni menos que explicando la «experiencia de Euskadi«.
Me dispongo a compartir mis dudas en este post, por si podéis darme alguna pista para atinar lo mejor posible en mi intervención, con ánimo de aportar algunas ideas que puedan ser de utilidad para la audiencia.
Necesitamos trabajadores públicos, sean o no funcionarios
Es preocupante que haya gente que desee que los trabajadores públicos sean menos y vivan peor. Deberían desear, más bien, que pudieran realizar su trabajo de la mejor manera posible, ya que su objeto es el bienestar de todos.
Ayer El País nos traía negros barruntos con un titular mal construido: «Expertos de la Generalitat proponen prescindir de la mayoría de funcionarios«. La respuesta no ilustrada (facebuquiana, si se me permite el neologismo) ha variado entre los que han visto en esto otra campaña de recortes y los que se han alegrado de que se dé aún más caña a los funcionarios. Bien, ni los expertos eran de la Generalitat ni parece que propongan reducir el tamaño de lo público.
Hoy, en cambio, -gracias a Carlos Guadián– me he desayunado con un artículo de 2004, en la American Review of Public Administration: «Government Employees: Working Hard or Hardly Working?» que viene a afirmar que los empleados públicos se esfuerzan un poco más que los trabajadores privados y -esto es lo relevante- que la causa principal reside en que la motivación es más intrínseca que en el caso privado. La respuesta facebuquiana: «no puede ser; esto no pasa en España; no es extrapolable».
Social data: el papel de la Administración en la sociedad del dato
Las políticas de apertura de datos públicos tienen dos vertientes:
- open data: la tarea de las Administraciones públicas de abrir sus datos
- reutilización: la tarea de la sociedad de generar valor a partir de los datos.
Se ha señalado (Yu,H. y Robinson,D., 2012) que, desde el punto de vista de la transparencia, sólo algunos datos sirven para la rendición de cuentas y, por lo tanto, sustentan políticas de Gobierno abierto.
A partir de estas dos reflexiones básicas, he dibujado un grafo que pretende sistematizar las políticas de apertura de datos; esto es, que recoge el papel de la Administración pública desde la generación de datos hasta la promoción de su reutilización, diferenciando la vertiente económica de la vertiente democrática.
Explico brevemente los elementos de este modelo, partiendo desde el centro del círculo:
Últimos comentarios