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I Foro de Intraemprendizaje Público en el INAP
Por encargo de la maestra, este lunes estuve viendo con mi hijo la película «El reino de los cielos«, de Ridley Scott. Un resumen: 3 horas de cortar cabezas. El momento álgido de la trama llega cuando Balian, el prota, se ve en la tesitura de liderar la defensa de Jerusalén con sólo un puñado de cruzados contra el ingente ejército sarraceno. En la Jerusalén de entreguerras, junto con los cruzados, vive una numerosa población que jamás ha empuñado un arma. Balian toma la crucial decisión de armar caballero a todos estos hombres del pueblo llano. De esta manera, su capacidad de resistencia crece hasta el punto de resistir los ataques de Salah al-Din y poder negociar la supervivencia de su pueblo.
Pues bien, el propósito del intraemprendizaje es nombrar caballeros y caballeras a todas las personas que trabajan en el sector público. Darles libertad y responsabilidad para renovar lo público mediante las armas de la innovación.
De esto hemos estado hablando esta mañana en la sede del INAP en Madrid, en el marco del I Foro Intraemprendizaje en la Administración Pública. Me ha tocado moderar un panel de auténticos caballeros, en los dos sentidos: en el de luchadores de la innovación pública y en el más evidente de ser todos varones.
Intraemprendizaje en el sector público: la hora de la confianza radical
El día 7 de febrero participé, junto con Jordi Graells, en una mesa redonda del Master en Gestión Pública Directiva del INAP. El tema era «intraemprendizaje en el sector público» y la moderación corría a cargo de Tíscar Lara, de la EOI. Enfrente teníamos a un alumnado perteneciente a las capas superiores del funcionariado de la AGE, que es un mundo que desconozco, lo que me provocaba cierta inquietud. ¿Cómo iban a encajar las ideas contraculturales de mi presentación?
Para mi ponencia, rescaté ideas que ya expuse en la Thinking Party 2010 y que fueron la base de mi capítulo en el libro «INprendedores«. Esto es, partiendo de la historia de la caza del mamut lanudo, aventuré algunas reflexiones y expuse experiencias nuestras acerca de la aplicación de la confianza radical en la Administración pública. La consecuecia directa para la gestión es que las personas ganan protagonismo frente a los métodos. Por lo tanto, hay que evitar rigurosamente la hipergestión, para fomentar el entusiasmo y el emprendizaje interno, a cargo de personas libres y equipos cohesionados.
El resumen de las ideas presentadas puede ser este mínimo manifiesto, que bebe de las fuentes del «Manifiesto Ágil«:
Preferimos:
- la acción frente a la planificación
- la libertad frente a la organización
- la confianza frente al control
- la red frente a la jerarquía
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