Pocas chicas en la blogosfera
Yo no tengo una respuesta definitiva, pero he acumulado algunas lecturas y conversaciones sobre igualdad y diversidad entre mujeres y hombres, de las que he extraído la reflexión que sigue.
Gemma Ferreres y Fernando Garrido en “La blogosfera hispana”, afirman que sólo un 27% de bloggers son mujeres. El porcentaje de usuarias de Internet es mucho más igualitario: 46%. Aunque estamos a 8 puntos de la igualdad en Internet, en la blogosfera la brecha es de 45 puntos. Por otra parte, he leído (¡no recuerdo dónde!) que las chicas sois mayoría en los chats.
Visto lo visto, la discriminación por razón de género no es la principal causa por la que las chicas muestran menor afición a los blogs. Dejemos de lado la sociología y busquemos una explicación en la psicología.
Las mujeres nacen diferentes de los hombres. Poseen, de media, diferentes cualidades y diferentes predisposiciones que la media de los hombres. Las niñas vienen de serie con un equipamiento genético determinado y durante su infancia, adolescencia y juventud terminan de modelar su personalidad, mediante la socialización grupal. Ese proceso de socialización tiende a homogeneizar dentro de cada grupo y a diferenciar entre grupos, tal como explica Judith Harris. También en el estudio de redes personales se ha identificado la tendencia a interactuar entre iguales. Por lo tanto, tenemos un complejo enredo de factores biológicos y de socialización, que se determinan mutuamente.
Para entender esa diferencia, puede ser de utilidad hacer una lista de aficiones y actividades en las que los varones somos mayoría:
- escribir blogs,
- jugar con videojuegos,
- obsesionarse con, por ejemplo, los cómics de superhéroes japoneses (o con la música sacra bizantina, o las alineaciones de las selecciones de fútbol…),
- la mecánica, la albañilería, el bricolage,
- …
Las mujeres, en cambio, sois mayoría en:
- participar en chats, escribir diarios íntimos,
- mantener largas conversaciones acerca de sentimientos y, si tenéis hijos, acerca de ellos,
- estar al día de la vida privada de varias decenas de famosos y sus familiares,
- recordar los cumpleaños de todo el mundo,
- …
¿No emerge de ahí un patrón? Baron-Cohen etiqueta esa diferencia con su distinción entre cerebros sistemáticos y empáticos. La media de los hombres tiene un cerebro más sistemático que el de la media de las mujeres. La media de las mujeres tiene un cerebro más empático que el de la media de los hombres. Chatear es una acción mucho más empática que escribir un blog, qué duda cabe.
Por cierto, cuando se produce un déficit grave de empatía, se diagnostica como una de las variedades de autismo, donde la prevalencia masculina es de 9 de cada 10 casos. En cambio, un déficit grave de capacidad sistemática, unido a un tono claro del cabello, se diagnostica como rubia tonta.
No me convence del todo Baron-Cohen: demasiado simple. Algo de razón tiene, pero a ese eje sistemático/empático habría que añadirle otros ejes, como individualista / comunitaria y el de búsqueda de estatus / aseguramiento de la supervivencia, que han sido encontrados en estudios interculturales por los antropólogos. El hombre medio tiene una peligrosa tendencia hacia Homer Simpson… y la mujer media hacia Marge.
Luego, cada una y cada uno es como es. Yo, por ejemplo, no soy mucho más sistemático que empático, aunque sí claramente individualista y más adolescente que responsable, pero con poca orientación hacia el estatus. Pobre de mi familia.
En t
odo caso, los blogs son lo que las y los bloggers hagamos de ellos. A medida que dejen de ser cosa de los early adopters, es de esperar que se vaya equilibrando el porcentaje de hombres y mujeres. También su tipología y su uso cambiarán, porque la blogosfera no puede ser otra cosa que un reflejo de las personas que la forman.
Virginia, tu argumentación es una declaración de intenciones, pero no un razonamiento, lo que va a dificultar que nos entendamos.Para empezar, te pediré que no confundas las diferencias en la media de la población masculina y femenina, con las diferencias individuales. Estaremos de acuerdo en que los hombres son más altos de media, pero que hay algunas mujeres más altas que algunos hombres. De la misma manera manera, hay una serie de características, algunas de ellas comportamentales, en las que se han encontrado diferencias de manera consistente, en todas las culturas. En este siglo XXI el feminismo más inteligente reconoce y valora estas diferencias. La pelea es otra: conseguir la igualdad de oportunidades. No existe ningún dato biológico que dé soporte a la idoniedad de la desigualdad de oportunidades… y si lo hubiera, la ética seguiría siendo más importante que la biología. Algo de esto sé. Estoy acreditado por el Instituto Vasco de la Mujer (Emakunde) como consultor en igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres. Por lo tanto, mi postura es la siguiente. Hombres y mujeres son iguales en muchos aspectos y diferentes en unos cuantos. Esa diferencia es interesante, crea diversidad, amplia la gama de posibilidades, permite un aprendizaje entre sexos. Las oportunidades deben ser iguales para todas las personas. Las opciones que elige cada cual son siempre respetables. Si decido no escribir un blog, no luchar por una carrera profesional, no trabajarme el cuerpo en el gimnasio,… o cualquier otra cosa, eso no me hace mejor ni peor. Si las mujeres sois minoría en la blogosfera… quizá estáis haciendo cosas más interesantes. El asunto es evitar que la diferencia se dé por la existencia de barreras de entrada. Las barreras están para ser derribadas.
Pues yo niego la mayor, lo siento, sigo sin encontrar diferencias con un hombre y me niego a ello, existe una diferencia, tengo un agujero y no una cosa colgando pero no acepto ninguna más, pero ninguna. Cuando escribo no soy un hombre ni soy una mujer, soy una persona y listo. Conozco hombres sensibles y conozco mujeres marimachos y las generalizaciones son malas y no llevan a nada. Las estadísticas dicen que hay menos mujeres que escriben blogs, vale, dicen si hay menos judíos que católicos. Las diferencias no existen, las creamos, valgo exactamente lo mismo que un hombre, hago mucho más que ellos, tengo una mente sistemática y todo lo que ellos tienen. Perdonar pero me cabreo porque estas cosas sirven luego para justificar lo injustificable, en la administración trabajamos casi al 50% hombres y mujeres pero en puestos de responsabilidad no llegamos ni al 20% las mujeres.Y ya está bien. No soy diferente de ningún hombre, no tengo días malos por la regla, no soy más sensible y mas emocional, no me preocupan más las personas, no, lo mismo que a un hombre. Puedo entender cualquier cosa exactamente igual que él. No tenemos blogs, no tantos como vosotros ¿tenemos las mismas oportunidades? No me sirve eso de que preferimos chatear, porque chatear es una cosa de diez minutos y llevar un blog es otra. El ejemplo no vale lo sé, pero mi hija tiene un blog y su novio no y tienen más o menos la misma edad. Pero yo la he educado en el convencimiento de que es exactamente igual que un hombre, que vale exactamente igual, que no hay diferencias, es que me niego a creerlo, me niego a creer que esté condicionada y no pueda ella ser igual que un tio.
No me acuerdo de los cumpleaños, intento tenerlos apuntados en la agenda pero a pesar de todo se me olvida felicitar.Después de esta pequeña anécdota, tu artículo es muy bueno y creo que tienes mucha razón Pienso que ha llegado el momento de estudiar sin miedo, y sin “miedos” las diferencias que tenemos hombres y mujeres, pues las diferencias existen. Puede que sea deformación profesional, pero las diferencias hormonales hace que tengamos un cuerpo diferente y como dice el filósofo y médico Laín Entralgo \»yo soy mi cuerpo\». Las hormonas actúan sobre nuestro cuerpo, pensamientos y sentimientos. Yo creo que no es malo ser diferentes. Lo que es negativo, y me niego a tolerar, es que unos puedan ser superiores a otros simplemente por ser hombre o mujer. Pero la diferencia y la pluralidad es positiva y existe. Yo tengo gustos e intereses diferentes a los hombres. Yo también creo que a la mayoría de las mujeres no les gusta mucho internet y los blog. Si gustase mucho, muchas más mujeres tendrían blog. Tengo algunas amigas y muchas conocidas que se ríen, en el buen sentido, de mi blog. Yo no lo encuentro ni bueno ni malo, pero es necesario tenerlo en cuenta.
Qué interesante!! creo que deberíamos abrir más a menudo este tipo de debates. Estoy de acuerdo con muchas de las ideas que se apuntan en los comentarios y otras que desglosas, Alberto, en el blog. La chicas solemos más exigentes (¿Qué casualidad, no?) y nos pensamos más antes de decir las cosas. Pero también es cierto lo de las responsabilidades(porque un blog requiere mucho tiempo): Un tema que podríamos ver entre las chicas blogger es cuántas de nosotras trabajan vinculadas a la red, cuántas tienen hijos y todas esas cosas. Seguro que la mayoría de las mujeres que nos damos cita en la blogosfera somos jóvenes, solteras, sin hijos y muchas de ellas viven solas. Eso puede dar una explicación.Por otro lado, estoy totalmente de acuerdo contigo, Alberto, cuando apuntas que es un absurdo señalar las diferencias entre blogs de hombres y mujeres: Siempre he creído que aquellas que hacen uso de estos temas se aprovechan precisamente de una situación \’de debilidad\’ por un interés. No me parece muy apropiado intentar reducir esta diferencia publicando artículos de tópicos de mujeres, creo que la única forma de igualdad está en tratar las cosas con naturalidad. Todo lo forzado puede ser contraproducente.
Gracias por las referencias, usuario anónimo. No es necesario decir que hay blogs escritos por chicas y que algunos están entre mis favoritos. Por ejemplo el blog de Loretahur. Lo que no me gustaría es que se considerara a los blogs escritos por mujeres como un género diferente del de los escritos por hombres. Lo que menos favorece la igualdad es ese paternalismo hipócrita que está detrás de los premios \»al mejor libro femenino\». Mi ejemplo es Judith Polgar, la gran ajedrecista húngara que se niega a jugar el torneo femenino de ajedrez.
Carmen, no deberías echarte el mundo a la espalda. Relájate. Delega. En todo caso, opino que escribir un blog tiene que ser divertido y, si no, no vale la pena. Muchas mujeres os autoexigís demasiado y jamás sois condescendientes con vosotras mismas. Quizá si le quitas importancia al asunto, puedas escribir con gusto.
Claro, Rosa. En estos casos, siempre se habla de la media de cada grupo. En cuanto a lo de cambiar las cosas, yo creo que habría que luchar por eliminar los 8 puntos de diferencia en el uso de Internet, que yo los achacaría directamente a factores de discriminación de género. Sin embargo, no creo que sea ni bueno ni malo el que las chicas internautas tengan menos afición a los blogs. Es una decisión personal. Cada cual le saca a Internet el jugo que quiere. Y, ¿quién sabe cómo va a evolucionar? Lo mismo los blogs colapsan en favor de cosas como MySpaces, o las chicas se hacen mayoría en los wikis, o qué sé yo. Sólo faltaría que os sintierais culpables porque no os apetece hacer lo que os dicen que os tiene que apetecer, ¿me explico?
De las características de las chicas, ni una va conmigo. (Lamento profundamente lo de los cumpleaños). Sin embargo, las dos primeras de los chicos, sí. No sé, a ver si cambian las cosas. Está bien describir el panorama, pero que sea para construir después.
Enhorabuena, Alberto. Has elaborado un artículo muy documentado, lleno de referencias.Yo pensaba que era sólo cuestión de que las mujeres son más prácticas y que no le ven utilidad a esto de los blogs, pero lo del eje empatía / sistemática ya me convence.Y tampoco despreciaría el peso del factor \»responsabilidades domésticas\». Creo que los hombres, en general, tenemos más capacidad para dedicar tiempo a cosas inútiles (con perdón). Un ejemplo de actualidad: el mundial de futbol.Bueno, tampoco le veo mucha utilidad al famoseo. Está claro que detrás de este fenómeno hay una mezcla de factores y seguro que los que tú citas se encuentran entre ellos.Por cierto, entre las personas que envian comentarios en este blog no percibo tanto desequilibrio. Ahí están Mentxu, Loretahur, Virginia, Sao Mai, Chica Gato, …