Taller Web 2.0 en Barcelona
Los organizadores han conseguido una participación escasa en el número de personas, pero muy intensa en la contribución de los que hemos asistido. Para mí, suficiente: las multitudes inteligentes suelen serlo más cuando el número de personas no es muy alto y el entusiasmo es unánime. He tenido la ocasión de volver a reunirme con Carlos Guadián y Eva Campos. Por fin he conocido cara a cara a algunos amigos de la red, como Roc Fages, Bel Llodrá o Francisco Vargas, y he descubierto a unos cuantos hackers de lo público, empezando por los anfitriones Marta Continente y Ricard Faura.
Marta Continente mencionó en múltiples ocasiones la palabra simplicidad. Yo traía como lectura de avión el libro de John Maeda, así que me cosquillearon las neuronas. En esta línea, pronunció las palabras mágicas: «el reto es acabar con los trámites«. Claro que sí.
En el debate posterior, creo que conseguí ponerme un poco pesado con la idea de que la administración no sea sólo un palacio en internet a donde la gente entra, sino que la propia administración entregue servicios e información en las casas de la gente, en sus páginas web personales. El primer paso es dotar a las webs públicas de tecnologías de sindicación de contenidos, para que cada uno podamos suscribirnos a los que nos interese.
El «Taller Web 2.0» se solapaba en el tiempo con la I Jornada de la Internet Social, organizada por la Xarxa de Telecentres de Catalunya. Los coordinadores de nuestro evento han sabido aprovechar coincidencias. Gracias a ello pudimos disfrutar de una presentación de Borja Rius, del Consorci Localret, que nos ofreció las conclusiones de la mesa redonda sobre webs municipales de l’eWeek de Vic. Tuvo algunos aspectos particularmente brillantes. También provocadores, como cuando lanzó el slogan «el egovernment no es beneficioso«, a partir de las conclusiones del estudio eUser (22-9-2006, PDF). Las barreras que están detrás del relativo fracaso son dos: la interna, que tienen que ver con la necesidad de rediseñar procesos, y la externa, que alude a las mil caras de la brecha digital. Os aconsejo que miréis la presentación, que está colgada en alguna parte, pero aún no sé dónde. Si me veo con tiempo, quizá le dedique un post.
La última intervención de la mañana del lunes fue la de Miquel Salvador, profesor del departamento de ciències politiques i socials de la UPF, que dirige además un suculento posgrado sobre «govern i gestió pública a la societat de la informació«. Nos trajo un instrumento didáctico sencillamente genial: han generado en su intranet «Vilapompeu» un ayuntamiento virtual donde los alumnos pueden afrontar problemas transversales, comunes a distintas asignaturas. Creo que le copiaré la idea, y quizá hasta podamos colaborar de forma más intensa.
La tarde del lunes la dedicamos a trabajar en el análisis de distintas páginas web catalanas. A mi grupo le tocó la web de servicios y trámites de la Generalitat. Fue toda una gozada poder ofrecer mi punto de vista a la máxima responsable de la página, la directora de atención ciudadana Cristina Ribas, precisamente ahora que están trabajando para renovar la web. Tienen buenas e innovadoras ideas, alguna de las cuales espero que seamos capaces de copypastear en la administración vasca.
El martes lo dedicamos a redactar un documento de consenso. Hemos partido del «decálogo de Vitoria-Gasteiz» como marco, con la idea de formular unas recomendaciones de nivel más operativo, más concretas. Casualmente, hemos extraído diez recomendaciones, por lo que nuestras conclusiones toman también carácter de decálogo. De momento, lo podéis encontrar en versión beta. Como ocurre siempre, probablemente la formulación os parezca obvia a algunos, pero os aseguro que el debate ha sido creativo, arriesgado y muy enriquecedor para los que hemos compartido discrepancias bajo la rica techumbre de madera del último piso de la Casa Golferichs.
Espero que alguien recoja el testigo para el próximo taller. Eso sí, yo recomendaría cambiarle el nombre. Ponerle un sufijo «3.0» despistaría a la mayoría. Podéis leer otra crónica de este evento en el blog de Carlos Guadián.
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Alberto, gracias por la precisión y por animarme a escribir mi blog. Estoy en ello.
He tenido la oportunidad de poder participar en el «Taller Web 2.0 en Barcelona». Ha sido muy agradable compartir mesa con Alberto.El espíritu de compartir y colaborar se notaba en el ambiente. Pero falta encontrar la manera de hacerlo, como muy bien dice Iñaki. Los asistentes al taller están delante de proyectos muy diversos, pero todos ellos con una misma finalidad: querer demostrar al ciudadano que desde la Administración Pública se le debe hacer la vida más fácil utilizando las TIC.Me permito destacar unas cuantas ideas que saqué de la jornada del lunes:1 – El factor humano es esencial para cualquier proyecto de TIC y Administración.2 – Contar con los apoyos adecuados, que muchas veces no se disponen. Aunque no por eso debamos de desistir. 3 – Saber y tener muy claro que se pretende con el proyecto4 – Que hay que hacer las cosas sencillas, y como dice Carlos Guadián en su post sobre la Jornada, que no hemos de estar inventando la rueda continuamente.5 – Que está muy bien darle y facilitarle información al ciudadano, pero que hay que profundizar en todo lo que son trámites, que es aquí donde podremos dar servicio y poner en práctica el punto 10 de las recomendaciones del Taller Web 2.0.Por último y enlazando con mi punto 4 decir que hoy he oido un nuevo concepto: la INSISTINABILIDAD, que consiste en INSISTIR, INSISTIR, INSISTIR. Por cierto, Iñaki, han dicho que el término procede alguien de EUSKADI.
Ha sido una gozada teneros en Cataluña a este grupo de encantadores Hacker de lo público. Gracias a todosRicard Faura
Gracias, Carles. Por cierto, con esa lista de ideas ¡podrías haber escrito un post en tu propio blog!El término al que aludes es \»insistencialismo\» y fue acuñado por Elkarri (la actual Lokarri) para expresar su política de insistir e insistir hasta alcanzar la paz.
Pinta bien. Sobre todo, por el espíritu de compartir y colaborar. Y por la vocación transformadora de la Administración. ¡Ojalá fuéramos capaces de canalizar tantas inquietudes y cristalizarlas en realidades!Por cierto, me estoy dando cuenta de que estos catalanes nos están dando más que hablar que las Administraciones que tenemos más cerca. ¿Será que les prestamos más atención? ¿O será que realmente generan más temas de reflexión?