Administraciones en red

Los que frecuentáis esta página, sabéis que este es un blog profesional, no uno de carácter personal. Sin embargo, hoy voy a emplear este espacio para enviar un mensaje estrictamente personal.

El día de Navidad murió mi padre. Fue el último capítulo de una enfermedad que le dejó imposibilitado desde que sufrió un infarto cerebral en el mes de junio. Ha sido un hecho doloroso, pero no inesperado. Todas las familias deben pasar por esto, ya que la muerte es tan común como la vida.

Ahora la tristeza es la protagonista, pero hay otra emoción que compite con ella: el agradecimiento por las toneladas de cariño que he recibido estos días. Y una buena dosis me ha llegado por vía electrónica, de personas con las que comparto una segunda vida digital.

No sé exactamente cómo os ha llegado la noticia, aunque sospecho que Julen es quien ha dado la noticia en el barrio, y que de ahí se ha ido extendiendo a las barriadas limítrofes. Los canales que habéis elegido para enviarme vuestras condolencias han sido, principalmente, mi correo personal, twitter y facebook.

Me habéis ayudado mucho. Muchas gracias (iterar mil veces). Seguiremos compartiendo aventuras y demostrando que la vida digital es, ante todo, vida.