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Apertura de datos públicos: ‘Open Government’ Data vs. Open ‘Government Data’
El que esfera, desespera
Hoy, fecha de inauguración del portal de transparencia del Gobierno de España, es un buen día para recordar de qué hablamos cuando hablamos de apertura de datos públicos. Una fuente mayor de confusión proviene de la expresión en inglés «Open Government Data». El adjetivo «open», ¿a quién determina? ¿A «government», o a «data»?
No se apresuren con sus respuestas. Antes, echen un vistazo a este grafo, donde todo parece quedar hermosamente explicado. Lo he tomado de una página del Gobierno de la Columbia Británica, en Canadá.
Para entender qué son los «Open Government Data», proponen tres esferas que se intersectan parcialmente:
- Open Government: una forma abierta y colaborativa de gobernar;
- Open Data: datos que se publican para ser usados;
- Government Data: datos de titularidad pública.
¡Eureka! Entonces, «Open Government Data» es la zona donde se solapan las tres esferas. En nuestro grafo, la zona granate.
¡¡Pero no!! ¿Realmente queremos referirnos sólo a los datos de Gobierno abierto? Cuidado, porque se trata de un grave error que está afectando a más de una estrategia de apertura. Me explico.
Apuntes sobre Gobierno Abierto en República Dominicana
Recién llegado de una misión en República Dominicana, donde he dirigido, como consultor del Banco Mundial, un estudio sobre la preparación del país para lanzar una política de datos abiertos, quiero compartir aquí algunos apuntes sobre lo que he podido observar. En buena parte, creo que estas impresiones se pueden extender a otros países de América Latina y el Caribe.
Aclaro que mi experiencia en LATAM es parcial, si bien he tenido ocasión de conocer con cierta profundidad la situación del Perú y, de manera más superficial, la del conjunto de países, a través de lecturas, de otros viajes y de mi presencia en la conferencia interministerial de Gobierno Abierto, en San José 2012. Quien busque un relato mejor fundado, puede acudir, por ejemplo, al último artículo de Álvaro Ramírez-Alujas: Gobierno Abierto en América Latina y el Caribe: Los tiempos están cambiando.
Al viajero europeo, lo primero que le impresiona en República Dominicana, y en buena parte de LATAM, es que Gobierno abierto es una política central que se toma en serio. En esto, se muestran muy diferentes de España y del conjunto de la Unión Europea, con las consabidas excepciones. Voy a citar algunas de las evidencias que más me han llamado la atención:
¿Qué principios debería respetar un gobierno abierto?
Me ha interesado la visión de Juan Varela sobre cómo debería ser un gobierno abierto. Me ha interesado, seguramente, porque me parece una visión externa que contrasta y completa la visión que solemos reflejar en este blog y en la blogosfera pública en general.
Juan Varela es autor de uno de los blogs de Público, «La ciencia es la única noticia«. El post que ha dedicado al gobierno abierto está escrito al rebufo del fenómeno Obama.
Y es verdad, como dice Félix Serrano en un comentario al post, que mezcla un tanto la política y el gobierno con la Administración pública, lo que, por otra parte, tampoco es tan raro tratándose de mundos tan interrelacionados.
Entre los principios que debería respetar un gobierno abierto, Juan Varela incluye cuestiones como la propiedad pública de los contenidos generados con el dinero de todos, la neutralidad tecnológica, o la «responsabilidad informativa» de los funcionarios públicos.
Pego a continuación los principios que, según Juan Varela, debería respetar un gobierno abierto y, por supuesto, tenéis a vuestra disposición el artículo entero en su blog.
Open government: los profesionales públicos
Hemos comenzado a caracterizar con la etiqueta de «Open government» a las administraciones abiertas, que escuchan, que conversan, que comparten y que establecen relaciones de calidad, tanto con la ciudadanía, como con las empresas y organizaciones colaboradoras y, por supuesto, también entre sí. Pero estos atributos son propios de las personas, lo que nos lleva a pensar que un elemento clave para convertir las administraciones públicas en «open» es precisamente el factor humano. ¿Cuál es el perfil de los profesionales públicos «open»?
Intentaremos responder a esta pregunta de manera genérica para el conjunto de los profesionales de las administraciones públicas, por entender que hay una serie de rasgos comunes a todos ellos, aunque la intensidad en que deban darse estos rasgos pueda variar con la posición ocupada en la pirámide jerárquica.
Open government, sin perjuicio de las teorías clásicas
Ha sido un placer haber provocado un post de Andrés Morey sobre «Nuevas tecnologías y Gobierno y Administración«. Puede decirse, sin temor a exagerar, que Andrés Morey conoce la Administración pública prácticamente desde todos los puntos de vista, ya que ha ejercido numerosos cargos en diversas administraciones y ha sido profesor universitario de derecho administrativo, ciencia de la administración y función pública. También ha realizado un buen número de trabajos como estudioso de la Administración pública, algunos de los cuales están disponibles en Internet.
Es meritorio y destacable que después de haber visto y conocido tanto sobre la Administración pública, Andrés Morey sigue abierto a asimilar las nuevas ideas y tendencias:
«Desde que he abierto el blog y he entrado en contacto con la denominada blogosfera pública estoy permanentemente teniendo que asimilar nuevas ideas y tendencias, visiones y preocupaciones diferentes de aquellas que son las mías, que mis lectores ya saben que conectan más directamente con los aspectos jurídicos y de Ciencia de la Administración entendida como aquella que se dirige a conocer cómo se administra y a establecer las reglas de la buena Administración pública».
Aunque, en su post, valora positivamente el concepto de open government, muestra alguna preocupación «por saber qué es el Gobierno, para qué está y que es una Administración pública y porqué son poder público ambos«. Para él lo importante es que ambas instituciones, Gobierno y Administración pública, cumplan sus fines.
De estas cosas voy a reflexionar en este post, porque comparto esta inquietud de Andrés Morey. Y no pretendo que el Gobierno y la Administración abandonen su esencia y su fundamento a causa de los nuevos conceptos, sino que para mí el objetivo del open government es precisamente conseguir todo lo contrario: que el Gobierno y la Administración cumplan mejor sus fines en el contexto actual y que sean fieles a su esencia y a su fundamento.
Open government: el concepto
Comienza a acuñarse la etiqueta de Open government (oGov) para designar al penúltimo paradigma en materia de administración pública. ¿Pero de qué hablan quienes hablan de oGov?
El concepto de oGov apela a un modelo de administración en la que lo relacional cobra principal protagonismo. Una administración «open» se abre a la ciudadanía, pero también a las demás administraciones, y a otras organizaciones colaboradoras. Lo «open» tiene mucho que ver con la red. Una administración «open» es una administración en red.
En este post quiero reflexionar en voz alta sobre el concepto de oGov, para perfilar lo que es y lo que no es. Las preguntas a responder son: ¿cuáles son los rasgos definitorios del oGov? y ¿en qué se diferencia el oGov de otros paradigmas o modelos?
Open Government: aprobada la licencia EUPL v1.0
Chica Gato nos puso sobre la pista en el mes de diciembre, y ahora vuelve a informarnos: «En la pasada Comisión Europea del 9 de enero de 2007 ha sido aprobada la licencia EUPL v1.0.«. Podéis leer aquí su post.
La EUPL v1.0 es una licencia copyleft de la Comisión Europea, adaptada a las administraciones públicas. Si las administraciones la usan para licenciar el software de su propiedad, permiten que otras organizaciones reutilicen esas aplicaciones que tanto dinero nos han costado, sin necesidad de establecer complicados convenios interadministrativos. Los beneficios son claros e indiscutibles, sin contrapartidas negativas.
Sobre este tema ya hemos reflexionado en una ocasión, así que simplemente diré que no tiene ningún sentido reinventar la rueda mil veces. Las administraciones pueden ser proveedoras de software open source ente ellas, reutilizando lo que otros han hecho bien y mejorándolo. Pueden, además, abrir el código a la comunidad para conseguir mejorarlo mediante la innovación colaborativa. Lo repito: todo son ventajas.
A partir de ahora, no hay excusa para no liberar el software público. Espero que esto genere debate público, porque los beneficios son mayores que los de adoptar Linux u OpenOffice.org en los PCs.
Nueva red de portales de la Universidad del País Vasco
Pero no todo lo que nos llega de la Universidad del País Vasco tenía que ser negativo. Hoy mismo se ha puesto en marcha la nueva red de portales web de esta institución, en la que ya se integran nada menos que 84 portales de los diferentes centros y departamentos de la Universidad.
Lo mejor es que esta red de portales se ha construido mediante un convenio de colaboración entre la Universidad y el Gobierno Vasco, en virtud del cual éste ha cedido a la Universidad el software de su sistema de gestión de contenidos y portales web.
El otro día apostaba Alorza por el “Open Government y copy left público”. Pues he aquí un buen ejemplo.
Os invito a navegar por www.euskadi.net, la red de portales de la Administración pública vasca, y por www.ehu.es, la red de portales de la Universidad del País Vasco, para que podáis comparar ambos entornos y comprobar las enormes posibilidades del sistema utilizado para la gestión de los contenidos y los portales.
Aprovechando estas fechas, quiero enviar un ZORIONAK muy fuerte para las personas que han hecho posible este proyecto y, especialmente, para Alex y Xabier.
Ojalá el año que viene se consoliden ambas redes de portales y se extienda este sistema de gestión de webs a nuevos entornos.
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Open Government y copyleft público
En mi afán por apropiarme de las ideas de los demás y reciclarlas en el ámbito de la administración pública, he pensado que no sólo es posible describir un modelo de open government, sino probablemente mucho más sencillo de llevar a la práctica, en estos tiempos en que la interoperabilidad es un objetivo acuciante. El empujón definitivo me lo ha dado el excelente artículo de Chica Gato al que ha llamado “Open Source en la Administración”.
El título es engañoso, porque no habla de la adopción de software de código abierto en la Administración, sino de algo aún más beneficioso: “que la propia administración libere el código desarrollado para ser compartido con otras administraciones”. De esa manera, la administración se convierte en un proveedor de software libre. Tendríamos una administración hacker, en el sentido más estricto del término.
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