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la inmaculada concepción de lo 2.0
Con los buenos propósitos que acompañan la vuelta de las vacaciones, están floreciendo conversaciones en torno a la propia esencia de lo dospuntocero. Miquel, nuestro sismógrafo de cabecera, fue el primero en detectar que hay en marcha un debate que él llamó, al más puro estilo de la serie B, “la conjura de los blogs”. En este contexto, formuló incluso una profecía, tal vez una maldición:
“en breve, las administraciones se van a llenar de blogs y wikis estériles”
El debate ya ha desbordado al mundo de la Administración y se está peleando en los terrenos de la empresa y la política, enconado en torno a dos posiciones: la de los puristas y la de los posibilistas. Permitidme que haga equilibrios en el fiel de la balanza: tras algunas contribuciones sobre lo-que-debe-ser-lo-2.0, hoy vengo a defender una visión posibilista, incluso populista.
Este es el resumen de mi opinión:
Percibo un miedo a que nos manchen la pureza del dospuntocerismo genuino. Pero así es la vida. Cuando un movimiento triunfa, los early adopters se retiran asqueados y pasa a ser propiedad de la gran masa. Remezclando a Castells: “las utopías llevan al poder para ser traicionadas”.
Web 2.0: modelo OJO 0.2
Tras un intenso debate, hemos estabilizado un modelo de la web 2.0, que ofrezcemos a la comunidad para que lo use, lo remezcle, lo hibride y lo corrompa.
La cosa empezó con el modelo de David Osimo (PDF), al que Gorka Julio añadió la capa de contenidos: Posteriormente lo reformulé con una quinta capa («relaciones») y lo posteé. Animé en twitter a que fuera debatido y, 24 comentarios después, tenemos una nueva versión. Como veis, hemos construido un modelo de la web 2.0 mediante el buen uso de la propia web 2.0.
Se conservan las 5 capas, aunque en otro orden, y en el contenido se han añadido elementos de los modelos de negocio que sustentan la web 2.0.
Animo a que echéis un vistazo al debate, donde Ismael y Adolfo me han dado un buen vapuleo. Todo un placer.
Modelo OJO de la web 2.0
ACTUALIZACIÓN: hay ya un modelo OJO más actual
Últimamente he ido paseando por el mundo la definición de web 2.0 (PDF) debida a David Osimo, que la caracteriza como una estructura de tres capas: tecnología, aplicaciones y valores, muy útil para enfatizar la necesidad de ciertos valores para construir lo dospuntocero.
Hete aquí que llega Gorka Julio, levanta la mano en el Parlamento y me desmonta el chiringuito: «la información es la materia prima de la sociedad red«, «no podemos dejar a los contenidos fuera del esquema«. Vale, vale, tienes razón.
Así que hoy me he dedicado a completar el esquema. Y estando en esas, me ha parecido que las capas de la web 2.0 no son ni tres, ni cuatro. Son cinco:
QEPEA: web2.0 en la Administración
Hoy he disfrutado del primer día del II Congreso de Excelencia en la Gestión de las Administraciones Públicas. Éxito de inscripciones, con el cartel de no hay entradas, y una organización muy atenta. Gracias especiales a Joseba Pérez de Heredia (IVAP) y a Txus Imaz (Ayuntamiento de Vitoria).
Me ha tocado participar en una de las sesiones paralelas, la dedicada a «blogs, wikis y redes sociales», junto a Pablo Aretxabala y Julen Iturbe-Ormaetxe. ¿Cuánto pagaríais por compartir estrado con estos dos? Ha sido una gozada.
El denominador común ha sido que no hemos hablado, prácticamente, de blogs, wikis, ni redes sociales, sino de personas y emociones. Para conocer mejor el contenido de las ponencias remito a la crónica a cuatro manos en el blog de Julen. Aquí os dejo cuatro pinceladas:
UOC | software social y web 2.0: implicaciones jurídico-políticas
Ismael Peña-López me pasa noticia del IV Congreso Internet, Derecho y Política, organizado por la UOC los próximos 2 y 3 de junio, en torno el lema «software social y web 2.0: implicaciones jurídico-políticas«.
El programa tiene una pinta bárbara. Entre los ponentes encuentro a Roc Fages y David Osimo, mis dos investigadores de cabecera en el área de eGov 2.0.
Sólo hay que ponerle un pero: la sesión del día 3 coincide con el cuarto taller de TicCities. Tendréis que elegir entre ellos o yo 🙂
Cortipego más información:
iCities: mi balance de las jornadas
En el vuelo Tenerife-Madrid-Bilbao, sentado a la derecha de Loretahúr -una de las triunfadoras del iCities– es el momento de ir redactando la crónica-balance de estas jornadas.
En primer lugar, la organización ha sido sobresaliente cum laude. Es casi imposible organizar bien un evento con tantísimos ponentes, asistentes, con movimientos entre Santa Cruz y Candelaria, con gente tan díscola como la comunidad bloguera. Y, salvo algún retraso ya previsto, todo ha salido perfecto. Felicidades generales, a la gente de Las Ideas y del Ayuntamiento de Candelaria y especialísimas a César Calderón y Pablo Díaz.
En cuanto a las ponencias, debo lanzar nuevas alabanzas hiperbólicas. Era difícil escuchar algo nuevo o meramente interesante, teniendo en cuenta que muchos de los ponentes hemos coincidido en los dos eFindex, en el eSeg y por todas partes. Sin embargo, han sido esos mismos los que más me han sorprendido. Creo que tenemos un incentivo especial para tratar de sorprendernos y que no nos acusen de colocar el mismo rollo en todas partes.
Tecnología pop para la administración 2.0
Hoy una voz divina -sin duda la del FSM– me ha transmitido uno de los mandamientos de la Administración 2.0. Aquí lo transcribo para que los fieles lo conozcan y observen.
«Tú, Administración Pública, no crearás aplicaciones 2.0 en vano»
Este mandamiento nos llega en un momento muy oportuno, cuando muchas Administraciones se están planteando la puesta en marcha de plataformas 2.0 para relacionarse con la ciudadanía o, incluso, para la comunicación interna.
En un caso como este, el primer reflejo de los servicios informáticos públicos es siempre generar herramientas de uso propio, albergadas en los propios servidores, con control sobre los accesos y con interfaces que cumplan a rajatabla las normas de identidad corporativa. La idea es que toda la información pública es merecedora de una protección especial, que no quedaría garantizada si anduviera por ahí, en manos de Google y otras empresillas similares. Ya se sabe que la Administración tiende a primar la seguridad sobre la agilidad, incluso cuando se trata de información pública.
El caso es que la Administración no va a conseguir herramientas mejores que las mejores del mercado y, sobre todo, si pretende atraer el tráfico a su sitio se va a perder la riqueza de las enormes comunidades de usuarios de las plataformas más exitosas de la web 2.0.
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